Los partidos que asisten a las reuniones de la Ponencia de Memoria y Convivencia escucharon ayer a tres víctimas de la violencia de distinto signo demandar justicia y reparación para todas ellas. Y aunque los representantes del PP no acuden a las reuniones, seguro que a través de los medios de comunicación les habrán llegado las declaraciones de Carmen Hernández, viuda de Jesús María Pedrosa, concejal de su partido en Durango a quien mató ETA, recordando no solo que «hay víctimas de torturas y de violaciones de derechos humanos, que todavía están sin reconocer», y pidiendo «justicia y verdad pero con reconocimiento y reparación de forma equitativa para todos», sino animándoles a acudir a la Ponencia, porque «esto hay que hacerlo entre todos».

La primera en acudir a la Ponencia fue Ane Muguruza, hija del diputado de HB y redactor jefe de “Egin”, Josu Muguruza, muerto a tiros en el hotel Alcalá de Madrid el 20 de noviembre de 1989, en un atentado en el que resultó gravemente herido Iñaki Esnaola. Muguruza aprovechó su presencia en el Parlamento para denunciar la soledad en la que han vivido las víctimas de la violencia del Estado en todos estos años. Y cómo «ahonda» en su dolor, que mientras algunos piden autocrítica a unos partidos por su pasado, no sean igualmente exigentes cuando la violencia provino del Estado.

Ane Muguruza fue más allá, y denunció que el Estado no solo no reconoce su violencia, sino que «da pasos hacia atrás» cuando «además justifica la muerte de nuestros familiares» negándoles su condición de víctimas.

Quiso subrayar que cuando el Tribunal Constitucional ha suspendido la Ley de víctimas de la violencia del Estado del Parlamento de Gasteiz, ha quedado claro que el Estado no tiene «ninguna intención de dar pasos en ese terreno». Y, al mismo tiempo, echa por tierra los llamamientos del Gobierno de Lakua y del PNV a la bilateralidad. Una bilateralidad que Ane Muguruza calificó de «utópica» en unos terrenos e «inviable en este momento» en lo relacionado con las víctimas del Estado, por lo que invitó a «replantearse esa bilateralidad».

«Todos tenemos que aportar»

Ante la Ponencia también intervino Inés Núñez, hija de Francisco Javier Núñez, que primero fue golpeado por la Policía española un 15 de mayo de 1977 junto a una manifestación, y cuando después intentó denunciarlo, fue abordado por varios agentes que le obligaron a beber grandes cantidades de coñac y aceite de ricino. Días después murió. Inés Núñez no quiso hacer declaraciones ayer, pero se ha expresado muchas veces en público defendiendo la reparación de todas las víctimas.

Carmen Hernández, viuda de Jesús María Pedrosa, explicó que desde el primer momento se prometió «ser fuerte» y aportar «su grano de arena donde hiciera falta» para avanzar en la convivencia. Expuso su trayectoria, a veces difícil, y su contacto con víctimas de todo tipo.

Reclamó justicia y reparación para todas ellas, también para aquellas que sufrieron torturas, violaciones de derechos y que «todavía están ahí sin ningún reconocimiento».

Propuso al PP que participe de la Ponencia, porque nadie tiene toda la razón y «todos tenemos que aportar». A EH Bildu dijo que le pediría que «diga de una vez por todas que matar estuvo mal antes, está mal ahora y estará mal siempre».

Declaraciones

«El Estado no nos reconoce como víctimas y además da pasos atrás al justificar la muerte de nuestros familiares»

ANE MUGURUZA

Hija de Josu Muguruza

«Hay víctimas de torturas y de violaciones de derechos humanos, que todavía están sin reconocer»

CARMEN HERNÁNDEZ

Viuda de Jesús María Pedrosa