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Aflora la verdad sobre una víctima policial del apartheid 46 años después

La familia de Ahmed Timol, un activista antiapartheid que murió cuando se encontraba bajo custodia policial, hace 46 años, consiguió finalmente saber la verdad con el fallo de la Justicia sudafricana que reclasificó como «asesinato» su, según la versión oficial, «suicidio».

El 27 de octubre de 1971, Ahmed Timol, un maestro comunista de 29 años, fue declarado muerto tras caer, según la Policía, desde la décima planta de la Jefatura de Policía en Johannesburgo. Entonces, la investigación concluyó que «el asesinato está excluido y el mero hecho de imaginarlo es ridículo».

Pero la familia Timol nunca creyó en la versión oficial y durante años trabajó recabando pruebas y testimonios que arrojaran luz sobre lo ocurrido. Y su larga lucha dio ayer sus frutos con la sentencia del Tribunal Superior de Pretoria al término de una nueva investigación, descrita como la «primera» en Sudáfrica por el juez Billy Mothle. «Ahmed Timol no saltó sino que fue empujado de la oficina 1026 o del tejado» de la comisaría, concluyó el magistrado. «Él no se suicidó. La Policía mató a Timol tras torturarlo», añadió.

La mayoría de los responsables de su muerte han fallecido, pero no todos. Por eso, el juez pidió al fiscal que enjuicie a Joao Rodrigues, el último policía que le vio vivo y que en agosto, ante el Tribunal, mantuvo que Timol saltó por la ventana. El expolicía «ayudó a ocultar la verdad y debe ser perseguido por ello», dijo Mothle.

El fallo, de 129 páginas, fue recibido con un fuerte aplauso y vivas a Timol en el Tribunal. La reapertura de la investigación sobre la muerte de Timol sumió a Sudáfrica en el recuerdo de la brutalidad del régimen del apartheid, que terminó oficialmente en 1994.

Durante semanas, en el Tribunal Superior de Pretoria, se han escuchado los testimonios de expertos legales, de un exagente de policía y de activistas antiapartheid que describieron las torturas que infligía el régimen racista. Los forenses describieron las heridas que tenía Timol antes de su caída, incluyendo la mandíbula rota y el cráneo fracturado, lo que Rodrigues negó.

Con la sentencia «terminamos el trabajo inacabado» de la Comisión de la Verdad y Reconciliación encargada entre 1996 y 1998 de arrojar luz sobre los crímenes políticos del apartheid, sostuvo Salim Essop.

Entre 1963 y 1990, 73 personas murieron estando bajo custodia policial y hasta la fecha ningún oficial de Policía ha sido considerado responsable.

«Es hora de que se haga justicia, hemos tenido demasiados años de impunidad», indicó Marjorie Jobson, de la asociación Khulumani, que ayuda a las víctimas del apartheid.

El Premio Nobel de la Paz y exarzobispo, Desmond Tutu, elogió la perseverancia de los Timol que «fueron guiados no por la venganza, sino por la sed de verdad y justicia».