Amaia U. LASAGABASTER
EIBAR

Aceptable mal menor

El Eibar pone fin a su mala racha sumando un punto y dejando su portería a cero por tercera vez esta temporada.

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El Eibar dio carpetazo a su mala racha sumando un punto. De lectura tan relativa como suelen serlo casi siempre las tablas. El empate, efectivamente, alivia la trayectoria de los azulgranas, que habían encajado tres derrotas consecutivas. Y además corta la hemorragia de goles encajados en las últimas semanas. Pero también se queda corto para las aspiraciones de un equipo que quería la victoria, el golpe de confianza que necesita una plantilla deprimida, más aún ante un rival directo que ahora mantiene las distancias y más aún en vísperas de visitar el Santiago Bernabéu, donde resulta casi imposible esquivar el peso de la lógica.

Resultado al margen, pasa algo parecido con lo visto sobre el césped de Ipurua, donde hubo cal y arena. La floja primera parte del cuadro eibarrés, que sufrió y apenas creó peligro, dejó muy preocupada a la grada de Ipurua, que se reanimó con la mejor actuación de su equipo en el segundo tiempo cuando, por momentos, pareció el Eibar que fue. Volcado en el área del Deportivo, que durante muchos minutos sufrió un bombardeo en toda regla, aunque el cansancio, consecuencia del esfuerzo y el fuerte calor, y la falta de acierto impidieron al Eibar redondear la faena.

Sorpresas

Ese Eibar, más parecido al que tantas ganas hay de volver a ver, no apareció de inicio. Le faltó verticalidad, quizá porque necesitaba minutos para acomodarse a su nueva disposición sobre el verde. José Luis Mendilibar apostó por alinear tres centrales –repitió Arbilla, ahora a la izquierda, y se le sumaron Paulo y el recuperado, y posteriormente lesionado, Ramis–, con Capa y Juncá en las bandas, una línea de tres en el centro del campo con Escalante, Dani García y Jordán, y sus dos delanteros de referencia arriba.

También la libreta de Pepe Mel albergaba sorpresas. El técnico madrileño colocó al jovencísimo Francis en la portería –ocho jornadas y cuarto guardameta que defiende el arco deportivista– y al exazulgrana Raúl Albentosa, que no había disputado un solo minuto esta temporada, en el centro de la defensa.

No sorprendió tanto lo que sucedió sobre el terreno de juego, con un Deportivo a la expectativa y un Eibar más voluntarioso que acertado. Los locales sí cumplieron, en buena medida, parte de su mandato. Concentrados y solidarios, evitaron que el balón llegase controlado al área con demasiado peligro al área, aunque Dmitrovic tuvo que actuar en un par de balones bien filtrados a Andone. No estuvieron tan finos a la hora de mirar a la portería contraria. Faltó profundidad por bandas y las pocas veces que los laterales subieron en condiciones, sobró ansiedad en el área. El partido estaba condenado al empate a cero y así llegó al descanso.

Reacción

Algo debió pasar, afortunadamente, en el vestuario porque el Eibar regresó al campo con un talante muy diferente. Un par de remates de Escalante, a sendos servicios de Enrich por la izquierda, llevaron por fin los «uy» a la grada y equipo y afición se convencieron de que la victoria era posible. Esta vez sí, el balón corrió por bandas, llegó al área, inquietó a Francis, se encontró a un jugador armero en cada rechace deportivista... Los gallegos, encerrados, sufrieron y Dmitrovic, por primera vez en mucho tiempo, pudo ejercer de espectador durante un rato.

Pero la falta de confianza, la ansiedad, la necesidad..., seguían ahí. Entorpeciendo los remates y magnificando los tropiezos. El de ayer llegó en forma de lesión. La de Ramis, que reaparecía tras un mes en el dique seco y que se enfrenta a otra buena temporada en la enfermería –esguince de rodilla según un primer diagnóstico –: saltó con Andone en un córner y el rumano cayó sobre su rodilla. Gestos de preocupación, cambio inmediato y el balear retirado en camilla con las manos en la cabeza.

El golpe se unió al cansancio y la frustración por el gol que no llegaba, el Deportivo vio un resquicio para echar el freno y el partido se acabó diluyendo. Todavía tuvieron alguna opción los azulgranas, con un par de rechaces rematados por Dani García y, sobre todo, con una acción de Cote que Enrich envió al fondo de las redes en tiempo de descuento. Pero el fuera de juego fue claro y el Eibar se quedó con la miel en los labios. Mejor sabor, en cualquier caso, que el de las jornadas precedentes.

 

«La lectura es positiva aunque siempre quieres más»

Satisfacción a medias. El punto no dejó mal sabor de boca en Ipurua aunque, como reconocía José Luis Mendilibar, «siempre quieres más».

El técnico vio «dos partes diferentes. En la primera hemos estado demasiado atrás, las bandas no han subido como queríamos. En la segunda creo que hemos mejorado, hemos ido adelante y hemos jugado en su campo». El problema es que entonces hubo «demasiada prisa, nos metemos en fuera de juego sin motivo, lo vemos pero no tenemos tranquilidad para aguantar...».

Pese a todo, Mendilibar quiso quedarse con «la lectura positiva. Hemos sumado un punto y no nos han hecho goles después de habernos hecho muchos en las últimas jornadas. Pero siempre quieres más. Más ocasiones, más centros, más remates... Pero estamos con ansiedad, con prisas. No tenemos tranquilidad para hacer las cosas. Hay que tener paciencia», insistió.

En lo que respecta al cambio de sistema, el zaldibartarra explico que quiso reforzar al equipo, «que se sientan respaldados, más seguros», aunque mantienendo «la idea de fútbol». «Siempre digo que el sistema me da igual, lo que valoro es qué idea tengo de fútbol. En todos los sistemas se puede jugar con una idea y tenerla clara. No por jugar con cinco nos tenemos que meter atrás, se puede jugar apretando en campo contrario». Algo que al Eibar le costó hacer ayer aunque, a cambio, «el rival nos ha hecho menos peligro que en otros partidos».A.U.L.

 

Ramis sufre un esguince en su rodilla izquierda

Mala suerte para el Eibar en general y para Iván Ramis en particular. El central, que reapareció ayer tras un mes en el dique seco, se lesionó en el minuto 72, al caer Andone sobre su rodilla izquierda. Según un primer diagnóstico sufre un esguince, aunque el central se someterá hoy a una revisión más exhaustiva.

200 partidos como azulgrana para Dani García

Dani García alcanzó ayer a Txema Añibarro con 200 partidos disputados, lo que le convierte en el 12º jugador que más veces ha defendido la camiseta azulgrana. El centrocampista, que debutó con el Eibar el 1 de septiembre de 2012, ha jugado 41 partidos en Segunda B, 38 en Segunda A, 113 en Primera y 8 en Copa.

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