Gloria LATASA
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El día más lluvioso de la semana

A pesar de que le habíamos dado la bienvenida en dos ocasiones –el 1 de setiembre desde el punto de vista meteorológico y el 22, desde el astronómico– el otoño no ha querido hacer su aparición hasta esta semana. Y, para hacerlo, ha necesitado que Ophelia (la tormenta tropical que se convirtió en huracán de categoría 3 en latitudes inusuales y que, transformada en borrasca extratropical, ha causado grandes daños en Irlanda) le abriera la puerta.

Tras ella, la corriente en chorro (un «río de aire frío», situado en las proximidades de la tropopausa que se mueve a gran velocidad) se ha desplazado hacia el sur y está facilitando la entrada de frentes desde el Atlántico. De ahí, las precipitaciones y el descenso de las temperaturas, ahora más propias de la época del año en que nos encontramos.

Esta inestabilidad podría disminuir de cara al próximo fin de semana –con mayor probabilidad el domingo– gracias al acercamiento del anticiclón de las Azores al oeste peninsular; lo que se podría traducir en una mejoría en el tiempo en muchos lugares. Fin de semana y «buen tiempo», el tándem perfecto para los que soñamos con realizar actividades al aire libre.

Pero nuestros sueños no siempre se cumplen como queremos. Tal vez por eso hay quienes piensan que es precisamente los fines de semana cuando hace peor tiempo. Incluso, quienes sostienen que llueve más los sábados o los domingos. Pues bien, según un estudio realizado por la Universidad Estatal de Arizona, los sábados suelen ser los días de la semana con más lluvia.

El estudio –realizado en varias ciudades de la costa este de los Estados Unidos, en base a datos pluviométricos y de contaminación de 1946 a la actualidad– constata que, en general, los fines de semana suele haber más precipitaciones. La causa es la contaminación (aerosoles) producida a lo largo de la semana que favorece la formación de nubes y lluvia al llegar el sábado. Una vez «descargado» el cielo, al lunes le toca ser el día más seco. Lo malo es que los resultados del trabajo no sirven para explicar lo que ocurre en otros lugares.