Maite UBIRIA BEAUMONT
BAIONA
DINÁMICA PARA LA SUPRESIÓN DE LA LEGISLACIÓN DE EXCEPCIÓN

Baiona y París hacen oficial un espacio de diálogo sobre los presos

La reunión que mantuvieron, el 19 de octubre, varios integrantes de la «delegación de país» que el pasado julio viajó a París para abordar la agenda de los presos y representantes del Ministerio de Justicia sirvió para establecer, ahora ya de manera oficial, un «ámbito de trabajo» entre Baiona y París destinado a cambiar de raíz la política carcelaria.

Un escueto comunicado, de siete líneas en euskara y nueve en francés, con cinco nombres a pie de página. En un tono sobrio Bake Bidea oficializaba ayer que París y Baiona han establecido, tras años de contactos discretos y de cruzar mensajes con ayuda de muy diferentes mensajeros, un espacio de diálogo para abordar la situación de los presos.

La confirmación, que cuenta con el plácet de las dos partes, es decir de la delegación vasca y del Ministerio de Justicia, sería igualmente del conocimiento de una tercera parte, la española, hasta ahora ausente de toda iniciativa para adaptar la política penitenciaria a la nueva situación generada en el país desde la Declaración de Aiete, y más recientemente, desde el desarme de ETA, materializado el pasado 8 de abril en Baiona.

Dichos extremos no figuran, por descontado, en el comunicado de Bake Bidea, que simplemente detalla que una delegación integrada por Jean-René Etchegaray, presidente de la Mancomunidad vasca; Michel Tubiana, presidente de honor de la Liga francesa de Derechos Humanos; Mixel Berhokoirigoin, impulsor de la Cámara Agraria Vasca (EHLG) y artesano de la paz; Vicent Bru, diputado labortano en París; y Anaiz Funosas, presidenta de Bake Bidea, fue recibida el pasado 19 de octubre en la sede parisina del Ministerio francés de Justicia.

Fue en el transcurso de esa reunión cuando la representación ministerial trasladó a la delegación vasca su voluntad de «dar continuidad al diálogo» para abordar la situación de los presos vascos.

En este sentido, una vez acordada la constitución de ese «espacio de diálogo» y la comunicación pública de tal decisión, ambas representaciones quedaron en mantener una nueva reunión, ya sobre materias concretas, «a lo largo del mes de noviembre».

Información y decisión

La situación de los presos vascos y la demanda de poner fin a la política de excepción que se les aplica a ellos y a sus familias ha sido objeto de una interlocución sostenida a lo largo del tiempo.

En lo que respecta al anterior Gobierno socialista, la declaración de la entonces ministra de Justicia, Christiane Taubira, en agosto de 2015, mostrando su opinión contraria a la política de dispersión sacaba a la luz parte del trabajo realizado, que se vio alterado tras la salida de esta política antillana del Ejecutivo galo. Para entonces, en Ipar Euskal Herria la mayoría política y social llevaba a cabo una labor continuada, tanto en la calle como en los despachos, para demandar el final de la política de alejamiento y también la excarcelación de los presos enfermos y aquellos que han cumplido la mayor parte de su condena.

El calendario electoral –comicios presidenciales y luego legislativos en el Estado francés– alteró pero no interrumpió ese trabajo que osciló, según el momento, entre la forma del emplazamiento a los candidatos o la movilización en las calles por los derechos de los represaliados. Una vez conformada una nueva mayoría, se retomó esa interlocución. Tal como señala a GARA una fuente próxima a ese diálógo, «desde el primer momento se ha dejado claro que el reloj no se pone a correr desde el cambio de gobierno, porque una mayoría social y política espera decisiones desde 2011 y desde luego desde el 8 de abril».

Desde ese esquema de trabajo se entiende mejor el último mensaje del comunicado hecho público ayer, cuando se señala que la delegación vasca pidió a París «medidas significativas» antes del 9 de diciembre.

 

Carta de visita en julio antes de una manifestación en diciembre

La reunión celebrada el pasado jueves en París es la continuidad lógica de la carta de visita que dejara una delegación vasca, el pasado 10 de julio, en el ministerio que actualmente dirije Nicole Belloubet. Si esa primera reunión sirvió para «actualizar» información, tras el cambio de Gobierno la cita del 19 de octubre permitió adentrarse en materias concretas. El objetivo, tras ese diagnóstico, sería perfilar «en un plazo de semanas», previsiblemente en torno a esa nueva reunión que se anuncia para noviembre, medidas tendentes a avanzar hacia el desmontaje de la política de excepción. Una de las medidas que estaría sobre la mesa sería quitar a los presos vascos el estatus de vigilancia especial, que dificulta desde el acercamiento hasta el acceso a la libertad condicional M. U.