Las dos publicaron su primer libro a los 33 años. Maylis de Kerangal (Toulon, 1967) después de una trayectoria profesional como editora en Gallimard. Cristina Cerrada (Madrid, 1970) después de doctorarse en Estudios Literarios, y de impartir Talleres de Escritura. La francesa ha publicado este año “Lampedusa”. La madrileña ha publicado hace unos meses “Europa”. Dos topónimos. Lampedusa y Europa. Y un fondo narrativo común: ese tópico de el drama de los refugiados. Un tópico que ambas deshacen en sus novelas para emocionar, conmover y remover al lector. Las novelas no pueden ser más diferentes. La primera persona narradora de “Lampedusa” es la propia escritora. De noche, la radio en la cocina de su casa escupe información sobre el gran naufragio, y su inquietud y su indignación disparan una hipnótica y fascinante deriva mental de asociaciones libres y de memoria personal que nos lleva de “El Gatopardo” y Visconti a la imaginada descripción del Naufragio, pasando por ejemplo por los topónimos y la importancia de nombrar o las Songlines, con las que los nómadas nativos australianos conservaban en sus cantos la memoria de sus lugares. Cerrada crea unos personajes poderosos cuyo centro es una familia de refugiados europeos en otro país europeo. Los silencios, las elipsis, la incertidumbre, la fragilidad o la contención de los personajes, que arrastran un pasado terrible en un presente hostil y devastado, se traslada a la prosa de la novela: un colosal grito ahogado, y por ello más escalofriante. Europa.