Iñaki IRIONDO
GASTEIZ
PROYECTO DE PRESUPUESTOS DEL GOBIERNO DE URKULLU

El Gobierno PNV-PSE dice creer que alguien apoyará su presupuesto

El Gobierno PNV-PSE aprobó ayer su proyecto de presupuestos, que asciende a 11.486,4 millones de euros, el mayor con el que ha contado nunca. El consejero de Hacienda, Pedro Azpiazu, aseguró que no contemplan prórroga porque creen que algún grupo apoyará las cuentas, pero con la actuación de PP y PSOE en Catalunya no parece sencillo.

El Gobierno PNV-PSE aprobó ayer su proyecto de presupuestos, que el próximo lunes, día 30, llevará al Parlamento para buscar el acuerdo de alguno de los partidos, puesto que la coalición no cuenta con los apoyos suficientes para garantizar su aprobación.

Las cuentas de esta año ascienden a 11.486,4 millones de euros, el presupuesto más elevado que hasta la fecha ha tenido el Ejecutivo autonómico, sin tener en cuenta los efectos de la inflación. Son 426,7 millones más que este año de incremento absoluto, que se quedan en 290,4 millones más descontando la amortización de la deuda y la partida de la «Y vasca», y si se restan además los 102 millones de incremento en el gasto fijo de personal, se quedan en 188,4 millones reales para su reparto entre las consejerías.

Pero el debate de la aprobación de estos presupuestos no está tanto en los números como en la influencia que la posición que PP y PSOE están adoptando ante la cuestión catalana puede tener en las negociaciones entre partidos.

Muy difícil negociación

El consejero de Hacienda, Pedro Azpiazu, aseguró ayer a preguntas de los periodistas que espera que habrá acuerdo para que se puedan aprobar estos presupuestos, para lo que el Gobierno PNV-PSE necesita el apoyo o la abstención de algún otro partido. Según afirmó, «no contemplo un escenario de prórroga». Pedro Azpiazu afirmó que su equipo hablará «con todos los grupos parlamentarios» para explicarles «las bondades» del proyecto presentado y lograr su voto favorable.

Ésta no va a ser una terea fácil. Para los presupuestos de este año, el Gabinete de Urkullu logró el apoyo del PP, que Alfonso Alonso justificó como una aportación de su partido para que las cuentas no cayeran ni en la «radicalidad» de EH Bildu, ni en el «populismo» de Elkarrekin Podemos, pero sobre todo fue una inversión para que después el PNV apoyara los Presupuestos Generales del Estado. Sin embargo, ahora los jeltzales tienen congeladas sus relaciones con el Gobierno de Rajoy hasta ver cómo se resuelve la intervención en Catalunya, y está claro que será difícil que el EBB vuelva a lanzar otro capote al Gabinete del PP.

El presidente del EBB, Andoni Ortuzar, afirmó ayer que el Gobierno español no se ha dirigido a ellos para buscar ese apoyo y añadió que ya hay una mayoría en torno al 155 (PP, PSOE, Cs) que vería lógico que se aplicara también a las cuentas públicas. Pero si llegado el caso el PNV no ayuda a Rajoy, no es previsible que el PP eche una mano a Urkullu.

El obstáculo del PSE

Si no puede contar con el PP, el Gobierno de PNV-PSE deberá entonces intentar atraer a EH Bildu o a Elkarrekin Podemos. En la negociación del presupuesto del pasado año ya se vio que las propuestas sociales de EH Bildu están lejos de lo que el PNV estaba dispuesto de admitir. Con Elkarrekin Podemos tampoco hubo un verdadero esfuerzo de consenso.

Pero este año las negociaciones serán todavía más difíciles porque uno de los socios del Gobierno, el PSE, está impulsando la intervención de la autonomía catalana, ha asumido la detención de líderes sociales y no se opone a un futuro encarcelamiento del propio president de la Generalitat, Carles Puigdemont. En esas condiciones, será muy complicado buscar apoyos por la izquierda o siquiera que esos grupos políticos se sienten a hablar de números.

 

Ortuzar asume que el «debate político» sobre Sociedades ha impedido al PSE aceptar sus tesis

Durante los últimos años, el Gobierno de Lakua ha venido presupuestando unos ya míticos 350 millones de euros para las obras de la llamada «Y vasca» en el tramo guipuzcoano, que es el encomendado al Ejecutivo autonómico. En el anuncio de las cuentas para el próximo ejercicio, el Gabinete Urkullu explica que «este proyecto de presupuestos ajusta la ejecución de los créditos de gestión de la nueva red ferroviaria vasca (Y Vasca y Variante Sur), que pasa de los 350,5 millones considerados en 2017 a los 161,4 millones recogidos para 2018. El Gobierno Vasco considera que esta cifra es un importe ajustado a la programación prevista».

¿Significa esto que hasta la fecha las obras del TAV en el tramo guipuzcoano han ido avanzando a un ritmo de 350,5 millones de euros por año y ahora frena a 161,4 millones? No. Lo que ha ocurrido es que –como informó GARA el pasado 10 de julio– en los últimos tres años, de los 1051,5 millones presupuestados solo acabaron utilizándose realmente 472,55 millones, lo que supone un 44,9% de la cantidad total aprobada por el Parlamento de Gasteiz.

Como se recoge en una respuesta del Ejecutivo a la Cámara, de los 350,5 millones consignados para la «Y vasca» en el presupuesto de Lakua del año pasado, 2016, el gasto autorizado fue de 186 millones, pero las órdenes de pago al final sumaron 130,7 millones, un 37,3% de lo presupuestado.

Según informes del Tribunal Vasco de Cuentas Públicas, recogidos también por este diario, en el ejercicio de 2015, de los también 350,5 millones presupuestados para la «Y vasca» solamente se emplearon 114,9 millones, un 32% de lo aprobado. Y en el anterior, en 2014, el gasto real fue de 226,9 millones de euros, también muy por debajo de los 350,5 publicitados en la aprobación.I.IRIONDO

 

Lakua reconoce ahora que la «Y vasca» lleva años a medio gas

El presidente del EBB, Andoni Ortuzar, afirmó ayer que lo que pronto presentarán junto al PSE es «una norma de medidas tributarias» y no la «reforma fiscal» de la que se había hablado. Señaló que «la reforma fiscal profunda se hizo en 2013, ha funcionado bien, y necesita algunos perfeccionamientos». Entre ellos, el PNV proponía bajar el Impuesto de Sociedades al 24%. Entrevistado en Radio Euskadi, Ortuzar dijo que su partido no renuncia a esta rebaja, porque cree que se puede reducir el tipo nominal (teórico) para equipararlo a la media europea y atraer a empresas, pero luego hacer otra serie de ajustes en las deducciones y en las bonificaciones y acabar recaudando más.

Pero Andoni Ortuzar lamentó que sobre esto se ha dado un «debate de brocha gorda», en el que cuanto más alto el tipo nominal del Impuesto de Sociedades, «más progresista» era esa política. Según el presidente del EBB, lo que ha ocurrido es que «el debate de términos fiscales y de números se ha colocado en un plano político, y el PSE, yo creo, ha sido sensible a ese análisis político y en este momento no lo puede abordar».I.I.