Iñaki TELLERIA
Copa

El Athletic mantiene su deriva cuesta abajo y sin frenos

El equipo de Ziganda mostró el mismo perfil plano de toda la temporada y fue incapaz de superar a un rival de Segunda B.

FORMENTERA 1

ATHLETIC 1

 

Empate y gracias. El Athletic extiende a la Copa la mediocridad con la que está disputando la Liga y la Europa League. Ayer, en su debut en la que dice el tópico que es «su competición», volvió a repetir la triste imagen de la presente temporada y fue incapaz de superar al Formentera, un equipo que está sufriendo en el grupo III de Segunda B.

El debut con el primer equipo del defensa Óscar Gil y del delantero Iñaki Muñoz fueron lo único salvable de otra tarde para olvidar para los de Ziganda. Necesita rápido este conjunto un desfibrilador antes de que el problema sea irreversible.

Como reconocía el propio técnico navarro, tenía trampa el partido de Formentera, aunque cada vez son más los que piensan que cualquier encuentro es una trampa para este Athletic. Mucho que perder y poco que ganar. El obstáculo no estaba precisamente en su hierba artificial, sino en que se trataba de un rival obviamente inferior y en que el técnico dejó el marrón a jugadores con los que no ha contado nada como Aketxe o Sola o a debutantes. En caso de no ganar se podía culpar a la hierba o a que no estaban los titulares y en caso de hacerlo nunca sería lo suficientemente reconfortante por tratarse el rival de mucho menor nivel.

La única solución era jugar bien, independientemente del resultado, pero eso parece misión imposible por mucho que en el centro de campo estuvieran Beñat y Aketxe. El de Arratia sigue en el limbo futbolístico y el de Bilbo, que tanto brilló la pasada temporada en el Cádiz y que está sumido en el ostracismo, parece seguir viviendo una larga precampaña. De tal manera que no quedaba otra que mantener la portería a cero y esperar que sonara la flauta.

Salió el equipo al campo ofreciendo la misma sensación de desidia de la pasada campaña pasada con Valverde y de lo que va de ésta con Ziganda. Dominaba el juego no tanto por ganas como porque la técnica de los rojiblancos está a años luz de la de los baleares. El 60-40% de posesión favorable al Athletic al final del partido es un dato positivo que solo sirve si el dominio es para generar peligro, cosa que no ocurrió tampoco en el compromiso de ayer.

Se podría decir que en la primera parte no pasó absolutamente nada, aunque lo cierto es que lo único que pasó es que cumplida la media hora, un Formentera que se iba sintiendo cómodo en el encuentro, atacó por la desarbolada banda izquierda rojiblanca y el correspondiente centro al área fue rematado por Omar obligando a Kepa a una espectacular parada.

Primer aviso ante los desajustes defensivos y a los vestuarios con el miedo en el cuerpo. El segundo aviso llegó al cumplirse la hora con el gol de un despierto Liñán ante los dormidos defensas. Se cargó Ziganda al desaparecido Sola y su sustituto, Raúl García, marcó en el primer balón que tocaba. Parecía fácil enderezar el rumbo, pero el Athletic volvió al letargo y, a pesar de que al Formentera se le iba haciendo largo el partido, casi termina pidiendo la hora.

 

Resignación por parte de Ziganda

El entrenador del Athletic, Kuko Ziganda, calificó de justo el empate ante el Formentera. «Sabemos la trampa que conlleva este tipo de partidos. Al equipo teóricamente superior le cuesta ganar, son situaciones que ya hemos vivido en otras ocasiones», declaró resignado.

«El resultado está ahí y tenemos que aceptarlo», señaló el técnico, que añadió que el Formentera «se ha defendido con orden y ha utilizado muy bien el factor campo, de reducidas dimensiones y donde cuesta mucho crear superioridades, pero estamos convencidos de que en San Mamés vamos a pasar la eliminatoria», puntualizó. Según Ziganda, «la igualdad en el fútbol de hoy es máxima, ya que los rivales se preparan muy bien».

Por su parte, el portero balear, Marcos, lamentó no haber logrado un mejor resultado y reconoció que en la segunda parte les «pesaron las piernas por tratar de mantener el ritmo que impone un equipo de Primera».GARA

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