Ingo NIEBEL
Colonia

ANGELA MERKEL Y SUS INTERLOCUTORES NO DESEMBARCAN TODAVÍA EN JAMAICA

Angela Merkel sigue sondeando el terreno con otros tres posibles socios para formar una coalición con los colores de Jamaica. Las conversaciones son difíciles y aún no está claro si habrá Gobierno de coalición, Ejecutivo en minoría o elecciones anticipadas.

El calendario de la canciller alemana en funciones, Angela Merkel, fija que la ronda de contactos hoy para que los cuatro partidos involucrados en el diálogo decidan con sus bases si pasarán a la fase de negociaciones.

Casi dos meses después de las elecciones generales, Alemania sigue estando gobernado por un Ejecutivo en funciones, formado por la mayoritaria Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Merkel; su socia regional, la Unión Social Cristiana (CSU) bávara, y el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD). Tal vez habría ya un Ejecutivo formado si el líder socialdemócrata, Martin Schulz, no hubiera anunciado su paso a la oposición a raíz de la debacle electoral que le dejó en apenas 20 puntos. Su competencia democratacristiana siguió siendo primera fuerza política a pesar de haber bajado al 33%.

Ante esta situación, Merkel entabló hace un mes conversaciones con la cuarta y quinta fuerzas políticas, el Partido Liberal Democrático (FDP) y los Verdes, respectivamente. Quedaron excluidas la derechista y xenófoba Alternativa para Alemania (AfD) –tercera fuerza– y el socialista Die Linke (La Izquierda) –sexta–. Para formar un tripartito del SPD con el Linke y los ecologistas faltaban tanto los votos como la voluntad política.

A lo largo de las últimas cuatro semanas, CDU y CSU, FDP y Verdes han escenificado sus encuentros, celebrados, como anoche, a puerta cerrada. Los interlocutores, por un lado, posaban para las habituales fotos que diera crédito a esas reuniones en busca de un compromiso. Por otro, no faltaban los rifirrafes para mostrar que cada uno está luchando a capa y espada por defender los principios de su partido. Mientras, medios de comunicación y políticos han agotado –supuestamente– todas las metáforas que a un alemán se le puedan ocurrir respecto a la isla caribeña. «Un huracán se está acercando a Jamaica», advertía el vicepresidente del FDP, Wolfgang Kubicki, tras la reciente enganchada verbal entre la CSU y los Verdes. La bandera jamaicana sirve para representar esta opción de Gobierno porque en Alemania se identifica a los democratacristiano con el color negro, a los liberales con el amarillo y a los ecologistas con el verde.

Puntos de discordia, pero voluntad

Tan dispares como las insignias son también las posiciones de los cuatro partidos en casi todos los puntos esenciales. Hasta ayer por la mañana dominaba la desarmonía, por la tarde se filtró un borrador que dejaba ver los puntos de discordia y también un mínimo de voluntad para esforzarse de cara a la formación de un Ejecutivo. «El resultado electoral nos exige formar un Gobierno federal operativo y exitoso» se lee en la introducción a las 61 páginas, citada por la prensa alemana.

De su contenido se desprende que las cuatro formaciones han encontrado algún denominador común en la política presupuestaria, que debe ser sostenible y sólida. En otras palabras, los «jamaicanos» en potencia querrán seguir con la política de austeridad de Merkel. Durante los próximos cuatro años no habrá más deudas, pero se quiere reducir la presión fiscal sobre los ingresos bajos y medios. También en el ámbito social han encontrado posiciones en común para mejorar la situación de quienes han de cuidar a sus mayores y respecto a la sanidad y las pensiones.

No obstante, quedan temas difíciles. En lo referente a la ecología –clima, tráfico y agricultura– persisten las diferencias, y otro tema aún más complicado es la inmigración. Dado que la CDU y la CSU opinan que han perdido votos por la acogida de refugiados, han acordado que Alemania deje entrar solo a 200.000 personas cada año. Los Verdes se oponen por completo a fijar un límite, mientras que el FDP se mantiene al margen.

A partir de este punto el panorama se complica porque la CSU quiere ganar con mayoría absoluta las elecciones regionales en 2018. Pero la existencia de la AfD lo convierte casi en una misión imposible. Por eso, los socialcristianos, sumergidos además en una pugna interna por el poder, no van a poder retroceder en esta cuestión. Sin su sacrosanta mayoría absoluta, la CSU no será la misma porque no sabe gobernar sin ella.

Ante este contexto, el influyente diario conservador “Frankfurter Allgemeine Zeitung”, ha empezado a especular sobre una posible salida de la CSU del «proyecto Jamaica». Eso supondría que Merkel tendría que gobernar en minoría, algo tan insólito como la ausencia de los bávaros en un Ejecutivo de la CDU.

A su vez, la CDU no puede optar por elecciones anticipadas por varias razones. Primero, porque para eso Merkel tendría que perder tres votaciones a canciller en el Parlamento hasta que el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, pueda disolver la Cámara, ya que Merkel no tiene competencia para hacerlo ni el propio Bundestag puede disolverse. Segundo, porque la CDU sigue sin sustitutos para Merkel, que volvería a ser de nuevo candidata a canciller, algo que la CDU querría evitar. Y tercero, porque los sondeos auguran que el resultado se repetiría en otras elecciones.