Oihane LARRETXEA
CONFERENCIA DE CARRY SOMERS

TRANSPARENCIA TEXTIL: «¿QUIÉN HA HECHO TU ROPA?»

PARA QUE CAMBIEN LAS COSAS, HA DE CAMBIAR UNA MISMA. CUESTIONARSE LAS ACCIONES Y SUS CONSECUENCIAS, TAMBIÉN AL CONSUMIR MODA, PUEDE MOVER LAS PIEZAS DE UN SECTOR OPACO. EL MOVIMIENTO FASHION REVOLUTION PLANTEA UN MENSAJE CRÍTICO SOBRE LAS CONDICIONES LABORALES Y LA FALTA DE TRANSPARENCIA DE MUCHAS FIRMAS.

Ante una estantería de productos frescos es habitual mirar la etiqueta para saber más acerca de las manzanas, los calabacines o la pescadilla, y preguntar al tendero para comprobar si proviene de un entorno cercano y de confianza. «Cuánto más próximo, mejor», es la máxima. Intentar dibujar la “trazabilidad del producto”. Es decir, poder responder a la siguiente cuestión: «¿Qué camino han recorrido los alimentos de la ensalada hasta llegar a la mesa?».

Un gesto cotidiano también aplicable al mundo textil, que, como la alimentación, es una industria con la que tratamos a diario y de forma permanente. ¿Por qué no hacerlo? Más si cabe siendo conscientes de que la mayoría de la ropa que se consume a un ritmo vertiginoso se fabrica en lugares como India o Camboya en unas condiciones laborales muy cuestionables.

El fatal incendio ocurrido en 2013 en una fábrica de Bangladesh, en el que murieron más de 1.300 personas y otras 2.400 resultaron heridas, hizo reaccionar a Carry Somers, fundadora del movimiento Fashion Revolution. Ella visitó ayer la Alhóndiga de Bilbo para participar en la cita Dweek, organizada por Bilbao International Art & Fashion en colaboración con British Council.

Detrás de la petroquímica, según afirmaron, la industria textil es la más contaminante, lo que nos debería llevar a hacer varias reflexiones. Yendo a los números, que permiten darle una dimensión más exacta a la situación, para producir una tonelada de tela hacen falta veinte toneladas de agua.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) cifra en 22 millones las personas que sufren «esclavitud moderna», aunque hay que precisar que no todas ellas trabajan en el sector textil pese a que los grandes escándalos estén ligados a empresas de este sector. No hay plan B, advirtieron. El reset pasa, entre otras cosas, por concienciar sobre la compra diaria de camisetas. Entiéndase la exageración.

Larga vida a la ropa

Para Somers, la transparencia del sector es «el primer paso para la transformación de la propia industria de la moda». Saber cómo se ha obtenido la materia prima, cómo se ha producido, con qué manos y en qué condiciones esa prenda que cuelga en nuestro armario.

Muy crítica con los gobiernos y las firmas que han ignorado los innumerables accidentes registrados en las fábricas, sostiene que la mayoría desconoce dónde estan sus fábricas. Los productores son personas invisibles. «La falta de transparencia cuesta vidas». Es trágico, pero hay que decirlo, insistió.

En su opinión, la industria, más bien aquellos sujetos que sean críticos y responsables, puede utilizar la tecnología a su favor, monitorizando a través de señales de GPS las cadenas de trabajo. Somers lo hace con su proyecto Pachacuti de sombreros Panamá.

Las industrias son cada vez más conscientes de la imagen que, para bien o mal, proyectan al mundo y saben que la transparencia exige una rendición de cuentas que no siempre están dispuestas a dar. De hecho, queda mucho camino: «Nadie hace pública la lista de sus proveedores de materia prima», lamentó.

Según las cifras que aportó, el 90% de los trabajadores de estas fábricas textiles no negocia sus sueldos y menos de la mitad no llega al salario mínimo, no tiene representación sindical y trabaja sin contrato.

Invitó a las asistentes, mayoría evidente de mujeres, a hacerse esta pregunta cada vez que vayan a comprar: «¿Quién hace mi ropa?». Cuestionarse las cosas es fundamental para poder actuar, señaló. También animó a reutilizar la ropa, a intercambiarla, a comprarla de segunda mano o reinventarla.

Ampliar el ciclo de vida de las prendas de un año a dos reduciría las emisiones tóxicas un 24%. «La moda es nuestro mensaje al mundo acerca de quiénes somos. Cuánto más ames tu ropa, más durará», reflexionó.