Familias vascas de diferentes orígenes compartieron ayer mesa gracias a la iniciativa Bizilagunak, organizada por CEAR Euskadi e instituciones. 2.186 personas de 44 nacionalidades participaron en las 239 comidas organizadas en la CAV.

«Bizilagunak es una iniciativa que nos ayuda a conocernos más entre las personas que convivimos en nuestras ciudades, pueblos y barrios, y superar así los rumores que existen en el imaginario colectivo», destacó Rosabel Argote, responsable de CEAR Euskadi en Araba, que ayer abrió las puertas de su casa a personas procedentes de Siria, Camerún, Costa de Marfil, Marruecos e Irán.

En declaraciones a GARA, señaló que, ante el imposibilidad de abrir las fronteras de los estados, muchas personas optan por abrir las puertas de sus casas. Un gesto que no es fácil, ya que la diversidad cultural obliga a pensar de antemano qué vas a comer, de qué temas vas a hablar, e incluso en qué idioma vas a hacerlo. «Te exige un posicionamiento activo».

Cabe destacar que, al menos en Araba, se han superado con creces las cifras de la edición anterior.