Nerea GOTI
BILBO

El PNV destierra las críticas vinculándolas a la estrategia de ELA

El PNV respondió ayer a la reprobación de EH Bildu a la diputada vizcaina de Acción Social por su responsabilidad en las deficiencias en el servicio de residencias aludiendo a «una estrategia de laboratorio» al dictado de ELA. La coalición soberanista resituó el debate: «no pretendemos embarrar ni hacer ruido sino abrir el debate».

La moción de reprobación de la diputada vizcaina de Acción Social, Isabel Sánchez Robles, con la que EH Bildu volvió a poner sobre la mesa de las Juntas vizcainas las deficiencias que presenta el sistema de residencias en el herrialde y las correspondientes responsabilidades políticas se zanjó con el único apoyo de Podemos. Las dos formaciones que ostentan el Gobierno foral, PNV y PSE, no admitieron ninguna crítica a un sistema que tampoco se esforzaron en defender con datos. Sin desmentido alguno sobre las cifras aportadas por la coalición independentistas, el Ejecutivo de Unai Rementeria atribuyó la reprobación a una «estrategia de laboratorio sin pies de cabeza» dictada por terceros, en referencia implícita al sindicato ELA.

Respondió a la reprobación el juntero jelkide Jon Sánchez destacando que Bizkaia «es un ejemplo de solidaridad» y recordando que la ciudadanía reclama «propuestas, no hacer simplemente ruido, porque algunos han decidido que es el momento de la mascletá».

EH Bildu había anunciado desde el mismo momento de la presentación de la moción que este era un procedimiento explorado por primera vez en las Juntas Generales y que se había echado mano de él después de dos años en los que iniciativas en forma de propuestas, preguntas... no tenían ningún recorrido para un Gobierno foral que no admite atisbo de crítica. Clarificó también entonces que el reglamento hacía mucho más complicada la opción de la moción de censura contra el diputado general y que la moción de reprobación tenía por objeto pedir responsabilidades políticas ante una «preocupante realidad» especialmente desnudada a raíz de la huelga de las trabajadoras de residencias de Bizkaia.

La juntera Arantza Urkaregi puso de relieve ayer en Gernika que el conflicto laboral ha puesto «el dedo en la llaga de las deficiencias del servicio residencial para personas dependientes de Bizkaia». La red «ni es amplia, ni está equilibrada. Faltan plazas públicas» expuso la apoderada, que recordó que el «quid» está en que de acuerdo a la ley la Diputación debe garantizar lo que es ya un derecho objetivo.

El 80% en manos privadas

Agregó Urkaregi que el sistema «favorece a las empresas privadas, en cuyas manos están más del 80% de las plazas ofertadas» y que «no garantiza una prestación de calidad a la totalidad de la ciudadanía vizcaina». Sustentó, asimismo, la reprobación de la diputada de Acción Social en que se priorizan las prestaciones económicas a la dependencia antes que garantizar los servicios sociales y censuró que se criminalice a los preceptores de prestaciones sociales a través de la campaña «al estilo Maroto» lanzada por el Gobierno foral con el lema “Ayudas Sí, control También”.

No solo Podemos refrendó las críticas lanzadas por EH Bildu, que hizo extensibles a otros departamentos forales. El PP, que votó en contra de la moción por su divergencia con la apuesta de la coalición por un modelo público, consideró que «hay motivos para una crítica seria» y citó cuestiones como la deficiente cobertura en algunas zonas, las listas de espera excesivas, el maquillaje de cifras con prestaciones vinculadas al servicio o las «falsas esperanzas» lanzadas sobre la elección de centro.

«Necesidad obsesiva»

El PNV empleó los dos turnos de respuesta a la moción para empezar ofreciendo espacios de acuerdo y su compromiso con el tono y el respeto para acabar zanjando el debate señalando que las cinco razones expuestas por EH Bildu «no se sustentan» y que la formación «necesita obsesivamente tener un discurso diferente». Según expuso Sánchez, hay «agentes externos» que «aprietan el zapato». Había afeado a la coalición que cuestionando a la diputada cuestiona también al equipo de técnicos que trabaja al frente de Acción Social. «No se pensarán que esto lo lleva con una varita la diputada», apuntó Sánchez, en un discurso que el PSE refrendó con un repaso por la legislación vigente en su primer turno, y que se transformó en la segunda intervención en una crítica a EH Bildu por pretender cuestionar la labor del Gobierno foral y no recurrir a la moción de censura contra el diputado general, por ser esta «más trabajosa».

Aludió, asimismo, el juntero del PSE Juan Otarmin a que la moción de reprobación de EH Bildu llega ahora, «en un escenario electoral».