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SOCHI

Rusia ultima su «plan de diálogo» en Siria con el apoyo de Irán y Turquía

Rusia ha conseguido sumar a Irán y Turquía a su plan de diálogo entre el régimen sirio y la oposición, en un momento que, según Vladimir Putin, se abre una oportunidad de poner fin a la guerra.

El presidente ruso, Vladimir Putin, se aseguró ayer el apoyo de sus homólogos turco e iraní para reunir en Rusia a representantes del régimen sirio y de la oposición, lo que, a su juicio, es una verdadera oportunidad de poner fin al conflicto que asola ese país desde 2011.

Putin, principal apoyo del presidente sirio, Bashar al-Assad, reunió a Recep Tayyip Erdogan y Hasan Rohani en la estación balnearia de Sochi para relanzar el proceso de paz después de que el gobierno sirio haya recuperado gran parte del terreno de manos de los rebeldes y los yihadistas.

Previamente, había multiplicado los contactos diplomáticos, recibiendo el lunes a Al-Assad en Sochi, en el primer viaje al extranjero del mandatario sirio desde 2015. También realizó varias entrevistas telefónicas, entre otros con el presidente estadounidense, Donald Trump.

«Se abre una nueva etapa en la solución de la crisis», dijo Putin tras reunirse durante dos horas con sus homólogos. «Efectivamente, se ha dado un golpe decisivo contra los yihadistas y ha surgido una oportunidad real de poner fin a muchos años de guerra civil», añadió.

«Corresponde al pueblo sirio determinar su propio futuro (...) Es evidente que el proceso no será sencillo y exigirá compromisos y concesiones de todos los participantes, incluido del gobierno sirio», señaló.

Y añadió que su gobierno, el de Teherán y el de Ankara «emprenderán los esfuerzos más activos para hacer que este trabajo sea lo más productivo posible».

El presidente ruso aseguró que Al Assad está dispuesto a llevar a cabo una reforma constitucional y a celebrar elecciones bajo control de la ONU.

Los tres presidentes dijeron ser favorables a la celebración de una cumbre siria en Sochi, una iniciativa rusa lanzada a finales de octubre pero que no había dado frutos. «El gobierno acoge favorablemente» la iniciativa, indicó el ministerio de Relaciones Exteriores sirio. «Siria apoya cualquier acción política que respete su soberanía y su integridad territorial y contribuya a poner fin a la efusión de la sangre siria», explicó la agencia de noticias oficial Sana.

«Vemos una perspectiva nueva para el fin de la crisis en Siria», consideró, por su parte, Rohani. «Ya no hay un pretexto para mantener una presencia militar extranjera en el territorio de Siria sin acuerdo del gobierno legítimo de este país», añadio en referencia así a la coalición liderada por EEUU.

Rusia e Irán, aliados del régimen sirio, y Turquía, que apoya a los rebeldes, son los promotores del llamado proceso de Astaná, que ha permitido crear cuatro «zonas de distensión» en el territorio sirio.

Estas medidas han permitido rebajar la tensión en el terreno y reunir en la misma mesa a representantes del régimen y de la oposición para abordar cuestiones militares, mientras las negociaciones de Ginebra se estancaban en punto muerto.

Pero el principal obstáculo para un acuerdo sigue siendo el futuro de Bashar al Assad, en el poder desde el año 2000 y ahora en posición de fuerza.

Ryad presiona a los grupos rebeldes para que transijan con Al Assad

140 representantes de las principales facciones opositoras empezaron ayer a negociar en Arabia Saudí para intentar unificar sus posiciones de cara a las conversaciones de Ginebra, apadrinadas por la ONU y que se retomarán el 28 de noviembre. En el encuentro, a invitación del Ministerio saudí de Exteriores, estuvo presente el enviado de la ONU, Staffan de Mistura, que consideró la reunión «crucial» para relanzar las conversaciones de Ginebra. Hasta ahora todas las tentativas de negociación han fracasado, con el principal obstáculo de la continuidad de Bashar Al-Assad en el poder, que los opositores exigen. Pero los rebeldes están ahora debilitados a la vez que el régimen multiplica sus victorias militares. De este encuentro podría salir una delegación que aceptara revisar sus exigencias. Dos días antes de la reunión de Ryad, dimitieron varias figuras del Alto Comité de las Negociaciones (HCN), que representa a la oposición en Ginebra, y personalidades que rehusan de forma rotunda ver a Al Assad en el futuro de Siria han sido descartadas, según un dirigente del HCN, que, bajo anonimato, apuntó «presiones ejercidas sobre Arabia Saudí por Rusia». Ante ese temor, líderes opositores enviaron una carta a los participantes en Ryad recordando ciertos «principios de base», entre ellos «la salida de Al Assad y su camarilla». Pero según uno de los opositores presentes en Ryad, Hisham Marwaq, «quienes apuestan por la conferencia de Ryad para legitimar la presencia de Al Assad, se hacen ilusiones». GARA