Agustín GOIKOETXEA
BILBO

Los 155 despidos de Gamesa en Hego Euskal Herria desacreditan a Lakua

Siemens Gamesa informó ayer a los sindicatos de su plan de ajuste, con el que pretende despedir a 155 trabajadores en sus centros de Agustinos, Aratzuri, Sarriguren y Zamudio. Esta pérdida de empleo desautoriza las reiteradas declaraciones de la consejera Arantxa Tapia de que, por ejemplo en Bizkaia, los efectos iban a ser «mínimos». La titular de Desarrollo Económico exigió a la empresa que «confirme con hechos constatables» su compromiso con la CAV.

Siemens Gamesa detalló ayer su plan de reestructuración a nivel del Estado español, que supondrá en Hego Euskal Herria la pérdida de 155 empleos. La reducción de plantilla que prevé la multinacional alemana afectará a los centros de Agustinos (4 personas), Aratzuri (11), Sarriguren (92) y Zamudio (48); es decir, 107 despidos en Nafarroa y 48 en Bizkaia que se acometerían hasta setiembre de 2018. Los recortes, tal y como se había avanzado hace tiempo, no afectarán a sus plantas productivas de Agoitz, Asteasu y Mungia.

Poco después de conocer la propuesta de la compañía a través de una filtración, los representantes de CCOO, UGT, ELA y LAB decidieron levantarse de la mesa de negociación a nivel del Estado español, al estimar que se ha vulnerado el derecho de información y consulta. Los sindicatos denunciaron «la mala fe de la empresa con el objeto de menoscabar la capacidad de negociación y movilización de la representación social».

Cuando se les entregaba en Madrid a las centrales la documentación del expediente de regulación de empleo con 272 afectados, la dirección enviaba un correo electrónico a toda la plantilla en el que adelantaba los centros y el número de personas que se iban a ver afectadas por el ajuste.

En la reunión, los sindicatos mostraron su rechazo «más firme» al despido colectivo. Se sienten engañados por la compañía, por lo que aseguraron que no van a aceptar «ni un solo despido, porque aquí no sobra nadie». Ante lo que calificaron de «deficiente gestión» de Siemens Gamesa, solicitaron la retirada del ERE y una garantía de empleo para toda la plantilla.

Mientras la representación sindical acudía a Madrid, arrancó el calendario de acciones conjuntas para frenar el ERE con una concentración al mediodía ante la sede social de Siemens Gamesa en el parque tecnológico de Zamudio.

Los 155 despidos en centros de Hego Euskal Herria desautorizan las anteriores declaraciones de la consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras de Lakua, Arantxa Tapia, quien respondió a una interpelación de EH Bildu en el Parlamento de Gasteiz diciendo que el efecto del ajuste iba a ser «mínimo».

Ayer a la tarde, Tapia indicó que el ajuste en Zamudio era «mayor» del que inicialmente les habían comunicado, por lo que consideró que la multinacional «ha puesto en juego su credibilidad en Euskadi». La consejera exigió a la compañía que «confirme con hechos constatables» su compromiso con la CAV, con el centro de decisión, trabajadores y proveedores.

Más audaz fue hace unos días el diputado general de Bizkaia al manifestar que «el impacto aquí no va a ser importante, o quizás va a ser cero, y creo que en Navarra tampoco va a ser para tanto. El impacto más evidente –vaticinó Unai Rementeria– va a ser, sobre todo, en Dinamarca y también en Alemania».

El vicepresidente navarro de Desarrollo Económico, Manu Ayerdi, llegó a afirmar que no esperaba «un impacto relevante». No fue tan optimista la lehendakari, Uxue Barkos, que no ocultó su «preocupación enorme» ante el anuncio.

 

La negociación de CEL termina con 4 bajas «traumáticas»

Tras la reunión mantenida ayer entre representantes de los trabajadores del grupo CEL, la multinacional italiana Lucart y el administrador concursal, se cerró un pacto que, según ELA, «no es un buen acuerdo» porque supondrá cuatro despidos «traumáticos». La parte social estima que se han visto «obligados», ya que pendía la «amenaza» de liquidación de la principal industria de Enkarterri y la extinción de todos los contratos, además de contar con el hándicap de la «nula» implicación de la Diputación de Bizkaia y del Ejecutivo de Lakua.

Habrá 35 rescisiones de contratos, de los que 31 serán despidos pactados y 4 «traumáticos». En total, 21 trabajadores irán a una bolsa de trabajo por un periodo de cinco años y otros diez se jubilarán.

Las 145 personas que se quedan en la plantilla se verán afectadas por un ERE de suspensión mientras se ponen en marcha las máquinas paradas desde mayo. Las reincorporaciones serán progresivas, con una rebaja media de la masa salarial del 20%. A.G.