El pasado martes, Iñaki Garcinuño, presidente de la patronal vizcaina –Cebek–, declaraba que veían «con esperanza» los cambios sobre el Impuesto de Sociedades que PNV y PSE pretendían introducir en su propio acuerdo fiscal recién cerrado. Y añadía que «aquí pagamos el 28%, y en España el 25%. Pensamos que el 24% sería un buen tipo, sobre todo para utilizar bien el Concierto Económico porque, de lo contrario, lo utilizamos para pagar más».

Dicho y hecho. De la esperanza, a la certeza. PNV y PSE anunciaban ayer que han alcanzado un acuerdo para rebajar en dos años el tipo del 28% al 24%, tal y como deseaba el presidente de Cebek. Se hará bajando un 2% cada ejercicio. El tipo para las medianas y pequeñas empresas se reducirá del 24% al 20%.

Y esto ocurre sin haber entrado todavía a negociar de lleno con el PP, que además de bajadas en el Impuesto de Sociedades también demanda rebajas en el IRPF para las «clases medias». El parlamentario del PP y portavoz para asuntos económicos, Antón Damborenea, afirmó que esta reforma va «bien orientada» y allana el camino a un acuerdo presupuestario.

Fuentes del PSE apuntaron que la rebaja del tipo se vería compensada por una limitación de las deducciones por las que las empresas tienen para pagar menos en el Impuesto de Sociedades. También se elevarían «los tipos mínimos», que ahora estarán en el 11% y en el 13% para establecerse en el 15 y el 17%.

De esta forma, aseguran, se recaudará prácticamente lo mismo que ahora, e incluso más según algunas proyecciones. Difícil de entender que todo esto se haga para seguir igual.

Pero la CAV ya era un paraíso

La gran pregunta sin resolver es cuánto pagan en realidad las empresas en Impuesto de Sociedades. El diputado general de Bizkaia, Unai Remeteria, ofreció el 12 de mayo del pasado año una conferencia en el Foro Nueva Economía de Madrid, en la que aclaró que las deducciones en la CAV eran mayores que fuera, por lo que «a pesar de tener un tipo nominal algo superior al que existe en el Estado, el tipo efectivo de gravamen es menor al del Estado. Se sitúa en un 15% para pequeñas y medianas empresas, y en un 20% para grandes empresas». Es decir, al contrario de lo que ha repetido el mismo Unai Rementeria este año, en 2016 aseguraba textualmente en Madrid que «también somos competitivos en el Impuesto de Sociedades».

Según datos ofrecidos por el sindicato ELA, el 80% de las empresas declara pérdidas o beneficios anuales menores de 600 euros, por lo que no pagan este impuesto.

EH Bildu enmendará a la totalidad el presupuesto de 2018

EH Bildu anunció ayer la presentación de una enmienda a la totalidad a los presupuestos del Gobierno de Urkullu para 2018. La portavoz parlamentaria, Maddalen Iriarte, recordó que «el PNV ha cerrado la puerta a un acuerdo con EH Bildu y ha decidido que sus socios estructurales son los del 155, los que incumplen el Estatuto y amenazan con actuar aquí igual que en Catalunya». A su juicio, «la incoherencia del PNV es absoluta porque en Madrid dice que no puede negociar los presupuestos con los que aplican el 155 y aquí, en cambio, pacta justo con esos partidos».

Iriarte, que compareció ante la prensa junto a los parlamentarios Leire Pinedo y Unai Urruzuno, afirmó también que los presupuestos son «malos e insuficientes». Reveló que para corregirlos «en la medida de lo posible», EH Bildu trasladó el martes al Gobierno «una propuesta de 220 millones de euros para, entre otras cosas, dar un impulso a la industria, mejorar las condiciones laborales, recuperar el empleo y la calidad perdidas en educación y sanidad y, también, una verdadera reforma fiscal que es urgente e indispensable». Se preguntó «por qué durante un año se le ha negado esa reforma a EH Bildu y ahora, en dos días, el PNV se la acepta al PP deshaciendo lo que tiene pactado con el PSE».

La propuesta de cambios económicos iba acompañada «de la propuesta al PNV de formar una nueva mayoría, alternativa a la del 155, que diera mayor estabilidad institucional y respondiera mejor a las necesidades de la gente».

Pero en la tarde del miércoles, el Departamento de Hacienda comunicó a los medios que «el Gobierno Vasco reitera la premisa de que la negociación presupuestaria es incompatible con otros condicionantes ajenos a la misma. Por ello, el posicionamiento de EH Bildu anula cualquier negociación».

Maddalen Iriarte calificó está respuesta como «un portazo» y lo atribuyó a que «Urkullu solo contempla pactos con el PP por ser ésa la forma de beneficiar a las grandes empresas, a la gran patronal, a Confebask, y para lograrlo ni siquiera le importa dejar en ridículo a sus socios del PSE».

Pese a todo, EH Bildu se mostró dispuesta a acuerdos con el PNV en otras materias como la soberanía.I.I.