Joseba VIVANCO
Athletic

La hora de «Sanjo»

La lesión de Iturraspe invita al navarro a dar un paso al frente cuando cumple su 50º partido europeo y en un estadio donde ya marcó.

«La pregunta que siempre me ha ayudado a superar las situaciones más difíciles es ¿qué necesita mi equipo de mí?». La reflexión es de Gorka Iraizoz, que sabe un rato de lo que es estar bajo la lupa de la crítica de San Mamés. Hoy hay unos cuantos excompañeros suyos que atraviesan esa sensación de ser no solo observados sino juzgados. Y uno de ellos es precisamente el llamado a dar un paso al frente ahora que Rico se ha ganado la titularidad con merecimiento e Iturraspe estará en el dique seco durante al menos tres semanas. Hablamos de Mikel San José, uno de los imprescindibles para Kuko Ziganda pero cuyo nivel actual no es ni mucho menos el esperado. Ahora mismo, el navarro no es santo de devoción de una grada presa del día a día como el fútbol a los resultados. Él mismo, tras la debacle en Vigo, reconocía que «los más interesados somos los que salimos al campo y nos exponemos a que un día digan que somos los mejores y otro que no valemos ni para el equipo del pueblo. Sabemos lo que toca, recibir críticas». Y no serían las últimas. Ante el Formentera, el de Atarrabia fue seguramente uno de los más señalados por el graderío. Y no fue para menos.

Malos tiempos para el Athletic en lo colectivo, también en lo individual para muchos jugadores alejados de su mejor nivel. Una falta de regularidad en ese fútbol que, por si fuera poco, se tuerce con lesiones como la de ahora Iturraspe, que estaba arrojando luz en una zona del campo en la que el técnico no terminaba de dar con el interruptor. Cuando Ziganda parecía haber dado con su dupla de pivotes, el de Matiena cae lesionado y, a no ser que Kuko opte ante Zorya o Levante por la enésima vuelta de tuerca y junte a Rico y Vesga, San José debería ser el elegido para el arreón de diciembre. Será un examen para Mikel, con los ojos puestos en él y mucho más que eso, la exigencia propia, de sus compañeros y el cuerpo técnico de que aporte mucho más en el juego de lo que lo ha hecho hasta ahora. Será, además, el del jueves, un encuentro especial para él.

‘Sanjo’ está en puertas de disputar medio centenar de partidos europeos, desde su debut en 2009 ante el Austria de Viena: 42 de UEFA/Europa League y 7 de Champions. Y precisamente, para hacer más ilusionante este partido en lo personal, fue en suelo ucraniano donde anotó uno de sus goles en competición continental. El Lviv Arena de Leópolis, ciudad del oeste de Ucrania cercana a Polonia, acogió –como lo hará ahora– aquel 25 de noviembre de 2014 ese encuentro frente al Shakhtar Donestsk. Un gol en la segunda parte de San José, al rematar en el área pequeña una falta botada por Beñat, le dio al Athletic su primera victoria en la Champions de esa campaña.

Es la hora de ‘Sanjo’. De ese paso al frente. Tras el ridículo ante el Formentera salió a dar la cara a pie de campo. No se esconde ante los micrófonos, ni siquiera cuando espetó aquello de «los que creían que esto iba a ser fácil o no saben de fútbol o no tienen ni puta idea», y le cayó la del pulpo en las redes sociales. De la misma manera que ahora no es tiempo de esconderse sino de demostrar veteranía y galones. Tiempo de ganar en seguridad en el juego, de atraverse con cada oportunidad, de coger confianza en el pase. De sentirse bien. Él, Raúl García, Williams, Lekue, Laporte... Es la hora de cada uno de ellos.

Mikel Rico, el tío que se remanga desde el túnel de vestuarios, fue muy clarito tras el empate ante el Madrid: «Un punto de inflexión siempre se asocia a una victoria, pero también puede ser una hostia como la del otro día. Hemos tocado fondo y tenemos que ir para arriba».

Kepa, ahora sí, ahora...toca no

Ahora sí, ahora no. El ‘culebrón’ sobre el futuro de Kepa Arrizabalaga lleva camino de tomadura de pelo a la afición rojiblanca, tan sensible a este tipo zozobras que dejan tocado su sacrosanto amor a los colores. Las noticias sobre el portero apuntan ahora a que se aleja del Athletic, aunque la cuestión es si no lo ha hecho ya desde hace tiempo. Con el equipo jugándose la temporada, el anuncio de su no renovación puede saltar en cualquier momento para hacer todavía más sangre en un fin de año crucial para los rojiblancos. «Nosotros vamos a intentar agotar las posibilidades para que el jugador se quede aquí», deslizó Josu Urrutia el domingo, frase que deja leer entre líneas las intenciones del portero. Cualquier observador objetivo, desde fuera, daría por hecho el acuerdo entre el de Ondarroa y los merengues, aunque también suenen ofertas del PSG y Juventus. El caso es que su futuro en Bilbo cada vez pinta más lejano.J.V