DECENAS DE HERIDOS EN EL QUINTO DÍA DE PROTESTAS

La tormenta política desatada por Trump centró buena parte de la visita del presidente ruso, Vladimir Putin, a El Cairo y Ankara, donde coincidió en el rechazo al reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel y confirmó el refuerzo de la influencia rusa en la región.

Por quinto día consecutivo, en Palestina y varias ciudades de Oriente Medio se vivieron manifestaciones contra el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel por parte de EEUU. En Ramallah, Hebrón y Gaza los gases lacrimógenos y las balas de las fuerzas israelíes provocaron decenas de heridos y 34 hospitalizados. Israel volvió a bombardear Gaza después de que varios cohetes fueran disparados desde la Franja hacia territorio israelí.

Mohamed ABED | AFP

Putin visita Egipto y Turquía en plena tormenta desatada por Trump sobre Jerusalén

GARA |

La tormenta política desatada por el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel por parte del presidente de EEUU se ha trasladado a la diplomacia internacional y ayer fue uno de los temas principales en las visitas del presidente ruso, Vladimir Putin, a Ankara y El Cairo.

En la capital egipcia, Putin criticó el carácter desestabilizador de la decisión de Donald Trump y pidió una vuelta «inmediata a las negociaciones directas israelo-palestinas sobre todos los temas en disputa, incluido el estatus de Jerusalén».

Para el mandatario ruso, «cualquier paso que anticipe los resultados del diálogo entre los palestinos y los israelíes es contraproducente». «Provocan el conflicto», advirtió Putin.

Por su parte, el presidente egipcio, Abdelfatah al-Sissi, reafirmó «la necesidad de preservar el estatuto jurídico de Jerusalén» y se comprometió a apoyar a los palestinos en el establecimiento de «su Estado independiente con Jerusalén Este como capital».

Precisamente, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, también se encontraba en El Cairo y se entrevistó con el presidente egipcio.

En Ankara, Putin coincidió igualmente con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, en el rechazo a la decisión de Trump. Erdogan aseguró que «solo incrementa las posibilidades de reprimir a los palestinos. El número de palestinos heridos por las fuerzas israelíes supera ya los 2.000». Para el presidente turco, «EEUU se ha convertido en un partícipe del baño de sangre» en Jerusalén.

Planta nuclear y misiles

Putin estrechó los lazos de Rusia con Egipto y Turquía más allá de la postura sobre Jerusalén. Así, en El Cairo firmó un acuerdo para comenzar a construir la primera planta nuclear de Egipto, en Dabaa, al noroeste del país, y que estará financiada por Rusia en casi su totalidad.

La construcción fue anunciada en 2015 y, según lo acordado, Moscú prestará 25.000 millones de dólares a Egipto, que los tendrá que devolver a partir de 2029 con un interés anual del 3%. Putin anunció además una gran zona industrial rusa en Egipto con el objetivo de exportar los productos rusos a los países de la región, con una inversión total de 7.000 millones de dólares. En cuanto a Turquía, Ankara decidirá esta misma semana si finalmente compra los sistemas antiaéreos rusos S-400 pese a que esta adquisición puede ser considerada como un desaire turco a la OTAN, alianza en la que está integrada Turquía.

Rechazo europeo

Desde Europa, el ministro de Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian, y el secretario de Estado británico para Europa y las Américas, Alan Duncan, expresaron su rechazo al reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel, una postura que extendieron a toda la UE, como confirmó luego su responsable diplomática, Federica Mogherini, que rechazó la sugerencia del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, de trasladar sus embajadas a Jerusalén.

«Puede mantener sus aspiraciones para otros, porque del lado de la UE y sus estados miembros, esta decisión no llegará», aseguró Mogherini, después de que los ministros comunitarios recibieran a Netanyahu en la primera visita de un primer ministro israelí a las instituciones comunitarias en 22 años.

Benjamin Netanyahu había augurado que «todos o la mayor parte de los países europeos trasladarán sus embajadas a Jerusalén, reconocerán que es la capital de Israel y se implicarán de forma clara con nosotros en seguridad, prosperidad y paz». «Aunque no tenemos un acuerdo, esto es lo que pasará en el futuro», añadió.