R.S.
BARCELONA

El Supremo no cita a los cuatro presos políticos hasta después de Navidad

Se escucha en Catalunya que la impresión general era que las operaciones judiciales y policiales se detenían durante las campañas electorales. Error. El día de ayer estuvo marcado de nuevo por las injerencias represivas, aunque habrá que ver si no terminan movilizando más al independentismo (o más bien a los equidistantes demócratas que engorden sus filas) que al unionismo.

Cronológicamente primero fue la Guardia Civil la que irrumpió de nuevo en la sede de la empresa de mensajería Unipost, a la que tiene enfilada por supuesta colaboración con el referéndum del 1 de octubre. Y esta vez no solo se limitó a registrar los locales de L’Hospitalet de Llobregat, sino que se llevó detenido a su director, Pablo Raventós. Si bien a última hora de la tarde se confirmó que estaba libre, parece que ha quedado a expensas de que los tribunales españoles le citen. Todo apunta por tanto a una nueva imputación y ya van camino de las 900 en los últimos meses.

A mediodía era el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena el que daba otro pequeño disgusto a quienes sueñan y se esfuerzan por ver en casa cuanto antes a los cuatro presos políticos. No regresarán antes de las elecciones ni tampoco en Navidades, porque se ha decidido citarles después, el 11 de enero. Oriol Junqueras, Joaquim Forn, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart han pedido comparecer en la sala para declarar, lo que supone una nueva opción de excarcelación, pero ya se verá ese día. Para entonces, los resultados electorales han podido haber despejado el panorama o complicarlo un poco más.

De paso, fue denegada la petición de Sànchez para poder salir a la calle con el fin de participar en la campaña, al ser número dos de la lista del president Puigdemont. Esto se daba ya por descontado. Tampoco se le permitirá intervenir por videoconferencia desde prisión. El presidente de la ANC sí ha comenzado a ofrecer entrevistas a medios escritos, por el tan conocido método en Euskal Herria del cuestionario escrito y diferido.

Se acabó la euroorden

La tercera decisión judicial del día es en este caso positiva para el independentismo, pero no alcanza el grado de noticia porque se trata de un mero trámite. En una sesión de apenas cinco minutos de duración, el juzgado de Bruselas que tenía pendiente decidir sobre Puigdemont y los consellers se dio por enterada de la revocación de la euroorden española, y con ello se acabó el procedimiento que tanto ha dado que hablar y que Madrid vendió como victoria segura.

Los tribunales belgas ni siquiera han llegado a decidir en la primera instancia de las tres posibles hasta agotar el procedimiento. El Gobierno de aquel Estado ha evitado cualquier declaración, conformándose con el alivio que supone haberse quitado el problema de encima, pero el malestar interno es fácil de imaginar.

Esto no cambia nada la situación de los cinco gobernantes catalanes exiliados, dado que antes ya se anuló la orden de detención. Desde Bruselas intervino por video en un mitin en su ciudad, Terrassa, el conseller de Cultura, Lluís Puig, muy emocionado, igual que su convecino y compañero de Govern Josep Rull, que sí estaba en el acto en persona tras haber sido excarcelado. Y el clímax aumentó cuando en pantalla apareció Puigdemont para abrazarse con Puig.

DECLARACIONES AYER:

«Esto puede durar años y se arreglará en una negociación multilateral»

CARLES RIERA

CUP

«Solo garantizan

un proceso constituyente los independentistas»

ALBANO DANTE FACHIN

ExPodem (en un acto de ERC)

«¿Un mitin de ERC en Estremera? Por mí, como si lo hacen en la Luna»

XABIER GARCÍA ALBIOL

PP

«Hay que jurar la Constitución hasta para comprar un estetoscopio»

CARLES PUIGDEMONT

Junts per Catalunya