M.I.
PASAJE DE VIDA

La memoria perdida de los años de clandestinidad

C omo el segundo largometraje del argentino Diego Corsini nos llega con dos años de retraso, ocurre que el tercero ya se ha estrenado en Chile con el título de “Artax, un nuevo comienzo”. Éste, que siguió a su ópera prima “Solos en la ciudad” (2009), se hizo en coproducción porque parte de la temática del exilio, centrándose en la relación entre padres e hijos, que respectivamente representan a la generación que tuvo que salir de Argentina durante la dictadura y la de los nacidos ya a este otro lado del charco. Pretende establecer un diálogo entre aquellos jóvenes que desconocen lo que pasó y las personas mayores que han ocultado los hechos vividos cuatro décadas atrás a sus descendientes.

El veterano Miguel Ángel Sola encarna la figura paterna que, al sufrir una enfermedad neuronal degenerativa, empieza a perder la memoria reciente y recupera, por el contrario, los recuerdos más distantes. Es su hijo interpretado por Chino Darín el receptor de sus vivencias en los tiempos de la clandestinidad, cuando encontró su gran amor de juventud en una compañera militante de izquierdas. Por inercia pasarían a la acción armada con los montoneros, aunque no tardaría en tomar personalmente una postura crítica contra la violencia, hasta olvidar el sentido de la lucha.