Mikel INSAUSTI
«Alanis»

Retrato cercano de una madre soltera que se prostituye para poder vivir

Ala argentina Anahí Berneri le va muy bien en Donostia, donde con “Encarnación” (2007) se llevó el FIPRESCI de la crítica internacional, por su retrato de una actriz en decadencia a la que interpretaba la madura Silvia Pérez.

Este año volvía a encumbrarse en Zinemaldia al recibir el premio a la Mejor Dirección, mientras que la joven Sofía Gala Castiglione se hacía con el de Mejor Actriz. La protagonista de “Alanis” es una figura muy conocida en su país, y está muy acostumbrada desde la más tierna edad a verse envuelta en polémicas por su imagen de Lolita. Tal vez por esto la realizadora Anahí Berneri se fijara en ella, habiendo allí resultado bastante provocativo el hecho de que encarne a una madre soltera que actúa acompañada de su bebé en la vida real, cuyo nombre es Dante y su apellido Della Paolera, debido a que su padre es el músico Julián Della Paolera.

Son cuestiones localistas que vistas desde fuera no deben para nada interferir en la perspectiva del espectador que acude libre de polvo y paja a ver la película, y que se va a encontrar con ese otro estilo de cine argentino menos usual, el que por raro que parezca no se carga de diálogos y prefiere ser más naturalista en la observación silenciosa de los personajes y su fisicidad dentro del plano, a veces de cuerpo entero y otras, las más, con detalles como parte del rostro. No cabe duda de que la actual Berneri se siente más a sus anchas jugando en la liga de su colega Lucrecia Martel, que es la misma del prestigioso pero minoritario Lisandro Alonso.

Respecto a la problemática de la prostitución, la película no entra a juzgar su conveniencia o no, porque se limita a describir el caso personal de una joven madre soltera que ha elegido ser trabajadora sexual para tener una independencia económica junto a su hijo, que desde luego no obtiene con otros trabajos precarios sucios y mal pagados.