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BUENOS AIRES

Buenos Aires se agita con y tras el fracaso de la OMC

A las movilizaciones alternativas realizadas durante la cumbre de la Organización Mundial del Comercio les han seguido las de protesta por la reforma de las pensiones que quiere poner en marcha el Gobierno de Mauricio Macri. El fracaso del encuentro mantenido por la OMC en Buenos Aires fue tan manifiesto que hasta su máximo responsable lo asumió públicamente. En clave interna, la diplomacia argentina no ha servido de cortafuegos a la presión social.

La XI Conferencia Interministerial de la Organización Mundial del Comercio concluyó el miércoles con sabor a frustración por la falta de acuerdo en asuntos clave y alimenta las dudas sobre el futuro del organismo multilateral, donde la toma de decisiones por consenso se vuelve cada vez más difícil, tal como informaba Natalia Kidd para la agencia Efe. Tras haber logrado avances en la definición de nuevas reglas para el comercio global en las conferencias ministeriales de Bali (2013) y Nairobi (2015), las delegaciones de los 164 estados miembros de la OMC habían llegado a Buenos Aires con bajas expectativas, pero aún así el varapalo de la jornada de clausura se hizo sentir.

Retrasos en la agenda por los intentos de última hora de llegar a consensos, caras amargas y delegados abandonando la sede de la conferencia antes del cierre fueron algunas de las pinceladas que dieron forma al resultado de la ministerial: «Decepción», sintetizó el director general de la OMC, el brasileño Roberto Azevedo. «No hay nada, no hay absolutamente ningún resultado», dijo la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malstrom, quien no ocultó su sentimiento de «frustración».

Este escenario hacía temer a algunos que en Buenos Aires se pateara el tablero y la propia OMC entrara en colapso, lo que finalmente no ocurrió pues, si bien no hubo acuerdos de peso y hubo llamadas a perfeccionar el sistema, también primó el convencimiento de que sin reglas comunes el comercio mundial no puede funcionar.

Soberanía

Puertas afuera del Hotel Hilton, miles de personas marcharon el martes por la capital argentina a reclamo de la Confluencia Fuera OMC. La manifestación empezó en la céntrica plaza del Congreso de la Nación, culminó en la emblemática avenida de Mayo y fue aplaudida a su paso por la porteña avenida de Corrientes –que concentra el mayor número de teatros de la capital– por muchas de las personas que se ocupaban las aceras.

«Estamos defendiendo la soberanía de nuestro país, de nuestro pueblo. No queremos que vengan a imponer políticas económicas de hambre, desocupación y pobreza», indicó la portavoz de una de las organizaciones convocantes.

Las denuncias sociales no han cesado con la salida de las delegaciones de la OMC, ya que la situación interna también es inestable. El presidente Mauricio Macri estudiaba aprobar por decreto de urgencia la polémica reforma del sistema de pensiones que no logró aprobar el jueves en el Congreso. El oficialismo intentó debatir en el pleno de la Cámara de Diputados el proyecto ya aprobado por el Senado. Pero la sesión tuvo que ser levantada por insultos y agresiones entre los propios parlamentarios, así como por la violencia en los alrededores del Congreso suscitada por los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas policiales.

Macri pretende cambiar el coeficiente mediante el cual se ajustan periódicamente los ingresos de los jubilados.