Levantando papeles verdes en señal de aceptación pusieron en marcha ayer la iniciativa Hitzartu, que pretende abrir un proceso participativo en Gipuzkoa sobre la gestión de residuos. Aunque Hitzartu fue inicialmente propuesta por GuraSOS, es la UPV-EHU quien ha tomado la iniciativa utilizando el grupo de investigación “Parte Hartuz”.

Hitzartu trabajará en 2018 en la redacción de un plan integral de gestión de residuos teniendo en cuenta las opiniones de la ciudadanía. La filosofía de esta iniciativa es propiciar la «intervención social» para poner fin a la «división social y conflictividad» a la que ha dado lugar el proyecto de construcción de la incineradora de basuras para Gipuzkoa.

El peso del evento recayó sobre el portavoz de GuraSOS, Joseba Belaustegi, que también tuvo que explicar el plan para llevar a cabo Hitzartu, pues quien lo ha diseñado, el investigador de la UPV-EHU Iñaki Barcena, no pudo acudir.

«Hitzartu es una intervención de la sociedad porque en la sociedad hay una petición para participar en el plan de residuos. La sociedad debe decidir hasta qué punto se quiere implicar, y debe intentar mejorar llegando a un acuerdo. Gipuzkoa no está muy sana últimamente, y no hablo de cuestiones medioambientales. Necesitamos reforzar y curar Gipuzkoa. Creemos que es posible construir otra Gipuzkoa», dijo para después invitar a la gente a ser «los nuevos locos que cambien el territorio», así como a los científicos les llamaban locos, haciendo referencia a que la presentación estaba teniendo lugar en el museo de la ciencia Eureka. «Muchas soluciones se han encontrado mirando los problemas desde otra prisma, experimentando. Nosotros hemos sido una sociedad avanzada porque le hemos dado la importancia que merece al problema de los residuos. Así que tenemos que buscar una solución mirando desde otro prisma», animó, para después mostrar la fórmula del «teorema» que plantean: la «Ley de la sinergia democrática» en la que la clave está en la participación ciudadana. «El experimento no es fácil», aseguró pasándole el testigo a la ciudadanía.

Según manifestó, «se trata de experimentar si la sociedad tiene cauces y potencialidades para atajar mejor los problemas, o ayudar a la solución de éstos junto a la representación política, o complementar a los políticos en lo que no pueden hacer o fracasan. Aquí no vamos a vender ninguna fórmula mágica, dependerá de la capacidad y las ganas de la sociedad de intentar cambiar las cosas».

Los responsables de guiar a la ciudadanía durante el 2018 serán los miembros de la Comisión de Garantías, formada por el catedrático en Ciencias Pedro Ibarra, el científico Ernesto Ganuza, el catedrático en Derecho Juanjo Álvarez, la juez Garbiñe Biurrun y el escritor Bernardo Atxaga.

«Hitza hartu»

El nombre de la iniciativa no es casual, como tampoco lo es su logotipo. La palabra “hitzartu”, que en euskara significa acordar, está compuesta por “hitza” y “hartu”, tomar la palabra. A su vez, han preparado un icono que representa varias sillas entorno a una mesa.

Respecto a los pasos a seguir a partir de ahora, Belaustegi explicó que habrá diferentes fases. Primero, durante seis meses se debatirá cuál es la solución al problema de los residuos y después concretarán sus propuestas para explicarlas ante las instituciones.

Se realizarán varios talleres, en los que la ciudadanía deberá decir cómo ver el tema de los residuos en el futuro, en su forma más y menos favorable, es decir, dirán su situación ideal y la distópica. La mesa técnica recogerá las propuestas que tengan más apoyo y las redactará, para devolvérselas otra vez a la mesa social, que volverá a debatir.

«En los talleres no hablaremos solo sobre gestión de residuos; también de cómo se toman las decisiones que hipotecarán nuestro futuro a largo plazo, o de qué finalidad económica hay detrás de las empresas que recibirán el dinero de la construcción de la incineradora», explicó el portavoz. Sobre todo, subrayó que el objetivo de Hitzartu es «empoderar» a la ciudadanía.

Recogida de fondos

Para poder llevar a cabo semejante iniciativa será necesaria financiación, que esperan conseguir en «auzolan». Anunciaron que pondrán en marcha una web de crowdfunding con la empresa Itsulapiko en la que la gente podrá realizar aportaciones, y también pedirán ayudas en la calle, abrirán una cuenta corriente y organizarán diferentes actos de apoyo.

Ya cuentan con un presupuesto, que parte desde los 25.000 euros para poder realizar una iniciativa de «calidad baja». Necesitarían 48.000 euros para poder ofrecer una de «calidad media», repartiendo los fondos convenientemente. Aunque los impulsores consideran que esta cantidad es suficiente, si logran llegar a los 80.000 realizarán una iniciativa participativa de «máxima calidad», ofreciendo más talleres y llegando así a más gente, con lo que el proceso participativo sería aún más amplio.

Tanto el plan completo de Hitzartu como a qué dedican los fondos estarán disponibles en su web continuamente. También aparecerá la cantidad de dinero recaudado, aunque sin dar nombres para mantener el anonimato de los «hitzartukides». De momento, ya han adelantado que los fondos se destinarán a cuestiones como la propia campaña, la dinamización y la defensa jurídica.

La primera campaña se extenderá hasta el 24 de enero, y según el dinero conseguido iniciarán otra para la segunda fase.

Tras votar con papeles verdes sobre los distintos aspectos de Hitzartu, el también miembro de GuraSOS Jose Mari Izeta dio por concluida la presentación: «queda aprobado Hitzartu para su puesta en marcha. Inauguramos una nueva forma de afrontar las diferencias».

Aprovechando la atención del público, un miembro de Satorralaiak (la plataforma vecinal en contra de la pasante del Metro de Donostia) informó de la movilización que tendrá lugar el miércoles en la capital guipuzcoana, a lo que Belaustegi recordó que, por supuesto, otras cuestiones en las que se requiera la participación ciudadana, como es la del Metro, también podrán ser abordadas dentro de los talleres de Hitzartu.

 

Intervención en un congreso sobre participación

La presentación de Hitzartu, que duró algo menos de una hora, estuvo acompañada de varias presentaciones digitales y vídeos. El más aplaudido por el público fue un fragmento del congreso sobre participación ciudadana organizado por la propia Diputación de Gipuzkoa en Tabakalera. Al mismo acudieron Joseba Belaustegi y Jose Mari Izeta en nombre de GuraSOS, pues habían anunciado que habría una sesión de diálogo con los asistentes. Su intención, dado que el tema central era la participación ciudadana, era explicar de qué se trata Hitzartu. Sin embargo, el primer día no había micrófono. Mostraron su interés por hacer una pequeña exposición, y al segundo día Belaustegi pudo tomar el micrófono. En el congreso, tras explicar el porqué de GuraSOS, pidió a Joseba Muxika, director foral de Participación Ciudadana, que le cediera su asiento para poder exponer Hitzartu, a lo que le respondió que podía hablar de pie, «dos minutos». El miembro de la plataforma explicó brevemente en qué consiste. Lo que quisieron aclarar con este fragmento fue que ni siquiera en una sesión sobre participación ciudadana les dejan hablar libremente. N.B.

 

 

Comisión de Garantías

Pedro Ibarra Güell

Catedrático de Ciencias Políticas de la UPV-EHU

Ernesto Ganuza Fernández

Científico titular del CSIC y Doctor en Sociología

Juan José Álvarez Rubio

Catedrático de Derecho Internacional Privado de la UPV-EHU

Garbiñe Biurrun Mancisidor

Presidenta de la Sala de los Social de TSJPV

Bernardo Atxaga

Licenciado en Económicas, escritor y miembro de Euskaltzaindia