Agustín GOIKOETXEA
SANTURTZI

Feministas denuncian que la guerra comienza en el Puerto de Bilbo

Cientos de feministas marcharon ayer hasta las instalaciones del Puerto de Bilbo, en Santurtzi, para denunciar el amparo que se da al comercio de armas destinado a abastecer conflictos armados por el mundo, al tiempo que se criminaliza sin pudor a las personas migrantes que huyendo de la guerra y la miseria tratan de buscar un futuro mejor.

Cientos de mujeres participaron ayer en la marcha feminista y antimilitarista, convocada por el Movimiento Feminista de Euskal Herria, para señalar al Puerto de Bilbo como uno de los orígenes de las guerras, al ser desde donde, por ejemplo, se transportan miles de toneladas de armas con destino a Arabia Saudi, «donde su régimen dictatorial las usa para reprimir los derechos humanos de su propia población –especialmente las mujeres, resaltaron– y para alimentar guerras como la de Yemen, en la que la población civil está siendo masacrada».

La movilización partió pasadas las 11.00 desde el parque de Santurtzi, encabezada por una pancarta con el lema ‘‘Feministok gerraren aurka!’’, seguida de cientos de mujeres portando carteles alusivos a la convocatoria y enseñas contra la guerra y de apoyo a las personas refugiadas. Las manifestantes se encaminaron paso a paso a las instalaciones portuarias sucediéndose consignas como «gora, gora, gora, borroka feminista, antimilitarista, antikapitalista», «la guerra mata, Europa remata», «vayas donde vayas, rompe las vallas» o «Asier escucha, no en nuestro nombre», en referencia al jeltzale Asier Atutxa, presidente de la Autoridad Portuaria de Bilbo.

Cuando habían recorrido unos cientos de metros y cantaban «el desarme para adelante, la guerra para atrás», la protesta fue parada, de forma sorpresiva, por una patrulla de la Ertzaintza, que les solicitó el permiso e identificó a la convocante. Después de increpar a quienes les fotografiaban, los policías autonómicos emplazaron a las manifestantes a que ocupasen solo un carril de la carretera, al no disponer de efectivos para regular adecuadamente el tráfico.

A la altura de uno de los accesos al puerto, un grupo abandonó la marcha para encadenarse a una de las vallas al objeto de denunciar el «negocio» de la guerra y la persecución de las personas migrantes. Mientras 15 activistas se unían con cadenas al perímetro portuario, eran saludadas por consignas como «la guerra empieza aquí y aquí queremos pararla» mientras otras dos decenas de mujeres colocaban sendas pancartas con el lema ‘‘Armagintza eta arma salmenta eten! Gerra Bilboko portuan hasten da’’ y ‘‘Feministok gerraren aurka!’’ antes de sentarse en la hierba entrelazando los brazos.

Evocando Greenham Common

Las feministas evocaron a las británicas que a partir de 1981, por espacio de una década, mantuvieron un campamento de paz para protestar contra la decisión del Gobierno de Margaret Thatcher de permitir misiles crucero en la base de la OTAN de Greenham Common. «Ni CIES ni fronteras, ni muertes en las pateras», «niñas en las escuelas, no en las pateras» o «mujer y refugiada, doblemente maltratada» fueron consignas que se sumaron al repertorio mientras arreciaba la lluvia y el viento frío, del que trataban de protegerse con mantas térmicas y el café que les proporcionaron después de un buen rato.

«Nos gustaría que todos los recursos que la Autoridad Portuaria y el Gobierno Vasco pone a disposición de esta política de fronteras para levantar este muro y proteger las armas que pasan por este puerto fueran puestas a disposición de la lucha contra la violencia machista, o a la acogida de personas desplazadas forzosas», manifestaron desde el movimiento feminista. «Queremos un país que ponga en el centro de todas las propuestas, incluidas las económicas, los derechos humanos», subrayaron.

La acción de protesta ante la valla no originó ninguna reacción policial, por lo que las activistas se sumaron de nuevo a la movilización que retornó a ese punto después de recorrer tres kilómetros entre gritos de «Desobedientzia da bide bakarra». La manifestación reanudó la marcha camino del parque de Santurtzi, donde finalizó en torno a las 13.24, tras denunciar que los gobernantes protegen la industria militar mientras se olvidan de las víctimas de las guerra y de la violencia machista.