Mikel INSAUSTI
CRÍTICA «Se armó el Belén»

Todos las figuritas del Nacimiento se ponen en marcha

No creo que los problemas financieros por los que atraviesa el gran estudio Sony tengan nada que ver con el funcionamiento de su división animada, que sin hacer grandes creaciones, al menos saca adelante productos entretenidos que divierten al público menudo. Su colaboración con la Aardman británica fue muy fructífera, pero Phil Lord y Chris Miller se negaron a atarse a la multinacional a través de un contrato, temerosos de perder su libertad artística. En consecuencia parece lógico que en Sony Pictures Animation busquen otro tipo de coproducciones, y la que les ha llevado a asociarse con la compañía cristiana Affirm Films para distribuir “The Star” les ha salido rentable. Esta película de animación navideña apenas costó 18 millones de dólares y ya ha recaudado unos 42, por no decir que todavía quedan unos cuantos festivos para hacer caja. Todo ello se traduce en que no estamos ante un tostón bíblico, y que el humor con juguetonas mascotas animales puede en última instancia sobre el adoctrinamiento de fondo.

La fórmula empleada no guarda ningún secreto, ya que se trata simplemente de poner en movimiento las figuritas del Belén, con protagonismo de los animales y con los personajes humanos de secundarios. Toda la acción cómica recae por tanto en bichos parlantes, con un burro como principal animador, acompañado de la blanca paloma, una oveja y, como no, los tres camellos. Su presencia en los conocidos pasajes de los textos sagrados ayuda a quitarles solemnidad, como cuando la Anunciación de María es contemplada por un pequeño roedor, exactamente un jerbo. Los villanos son igualmente criaturas de cuatro patas, y así Herodes se sirve de un par de malvados mastines para intentar arruinar la participación animal en el gran acontecimiento que anuncia la estrella del título en su versión original en inglés.