El mariscal Jalifa Hafter, hombre fuerte del este de Libia, declaró ayer prescrito el Gobierno sostenido por la ONU en Trípoli, al haber expirado el acuerdo de diciembre de 2015 que facilitó la formación de un Ejecutivo de transición por un periodo de un año, que podía ser renovado una sola vez.

«Las instituciones salidas de ese acuerdo han perdido su legitimidad, que fue contestada desde el primer día», agregó Hafter, quien controla más del 70% del país y la mayor parte de sus ricos recursos petroleros.

Sus palabras son un golpe al plan de paz propuesto en setiembre por la ONU que contempla elecciones legislativas y presidenciales en 2018.