Joseba VIVANCO
Athletic

La semana de Kepa... o de Iago

El club encara el final de año sin la renovación del de Ondarroa y con el de Castro reivindicándose como una alternativa de garantías.

«Los hombres geniales empiezan grandes obras, los hombres trabajadores las terminan»

Leonardo da Vinci

Culebrón, telenovela sumamente larga, según el diccionario de la RAE, y de acentuado carácter melodramático, añade. Sobre lo primero no hay duda, respecto a lo segundo la realidad es que la aparición esta temporada de un actor secundario como Iago Herrerín ha restado bastante de la carga lacrimógena que se atisba con el final del serial. Una semana, solo una, para que Kepa Arrizabalaga deshoje la margarita: renueva, no renueva... Y aquí nadie da pistas en un sentido u otro, si bien llegados a este punto y con el portero sin estampar su firma, cualquier observador objetivo apostaría a que el de Ondarroa no seguirá en el Athletic la próxima temporada.

Dicen que las penas con pan son menos. Y mientras en el entorno rojiblanco cada vez son más –equivocados como todos o no– los convencidos de que Kepa no seguirá porque no ha dado motivos públicos de ello, crecen de igual manera los que ven en Herrerín un sustituto de garantías a corto y medio plazo. Percepción que actuaciones como la del Villamarín reafirman, más allá de que como con otros leones ya consolidados, llámense Susaeta, San José, Iturraspe, Williams... tenga no pocos detractores a los que el de Castro Urdiales no les hace tilín por razones muchas más veces sustentadas en la cabezonería que en lo que demuestra el día a día.

Herrerín, con sus actuaciones bajo palos, su carácter ganador y su evidente papel de jugador de equipo y más en un vestuario coral como el del Athletic, es un currante del fútbol que se ha ganado cuando menos ser alternativa sólida frente a una eventual marcha de Kepa, ahora en enero o en julio próximo. Un dato: ha parado los 15 remates que ha recibido esta Liga. Dicho esto, la pregunta que concita la atención mediática tiene que ver con el futuro de Arrizabalaga.

Desde GARA hemos tanteado el pálpito de algunos de nuestros habituales ‘opinadores’ rojiblancos. Para Eñaut Barandiaran, embarcado en ese proyecto deportivo y en euskara que es ‘‘Harmaila aldizkaria’’, «al inicio de la negociación los focos estaban puestos en Urrutia y la Junta directiva, y el paso del tiempo y el silencio de Kepa hace que ahora estén más sobre el jugador. Desde un punto de vista estrictamente deportivo no acabo de entender el beneficio de ir al Madrid ahora, si al final es a donde va, a no ser que simplemente busque salir del Athletic para después decidirse por un tercer equipo en junio, lo que sería aún más rocambolesco».

Asumiendo que «sin negar que Kepa tiene condiciones para ser uno de los mejores porteros de Europa, es una posición que el Athletic tiene cubierta con garantías», y sí considera que «a lo mejor donde más daño haría sería en lo emocional, porque en un club que se precia de ser distinto, un comportamiento tan común en los tiempos que corren supone un shock evidente, aunque a lo mejor no tan grande como algunas voces interesadas quieren hacer ver». En cualquier caso, Barandiaran sugiere que «si finalmente se va, será un culebrón que dejará tocadas a ambas partes».

Aprender de errores pasados

También está expectante, como todos, Gontzal Astorki. «Los que hasta hace tres semanas queríamos creer en la renovación de Kepa, aguardamos acontecimientos. Porque al habitual silencio de Ibaigane se une la coincidente información de la trompetería madrileña, lo que nos ha llevado a desterrar toda esperanza». Pesimista, sí tiene claro que «no hay culpables por más que la rumorología pretenda colar por cierto que la Junta haya medido mal tiempos y ofertas iniciales. Lo cierto es que no son estos tiempos de neomercantilización fáciles para el Athletic y no olvidemos que la anterior renovación del ondarrutarra ya fue complicada, agencia Bahía mediante. Solo cabe pedir que se aprenda de errores pasados, y que si Kepa marcha, mejor en invierno que gratis en junio, no se produzca un portazo para que algún día, con su propia llave, pueda volver a abrir la puerta de Lezama». Y un ‘recadito’: «Las dudas y reacciones ante su lesión de la pasada semana demuestran que el Athletic cambia. Y no a mejor».

Que los protagonistas hablen

Otro de nuestros habituales es Beñat Zarrabeitia. Al periodista de Hamaika Telebista le parece que con el Athletic enderezando el rumbo en Liga llegar a final de año «con la incógnita de Kepa presente, portadas no fácilmente digeribles, filtraciones permanentes a 400 kilómetros e inquietud en el entorno social traducido en dudas inaceptables sobre la profesionalidad del de Ondarroa, toca abordar el tema con dosis de tranquilidad». Desdramatiza y sostiene que «el 1 de enero está a la vuelta de la esquina y no se acabará el mundo», reclamando, eso sí, «un ejercicio de empatía y comunicación por ambas partes, desde la honestidad, decir qué se va a hacer y qué se quiere hacer para no perder demasiado tiempo».

Considera Zarrabeitia que «es habitual encarar negociaciones o contactos antes del inicio de año, lo estamos viendo a distancia y también en la cercanía, ni tampoco es un drama prolongarlas después de la llegada de las uvas. En realidad, nada cambia y el club ya ha vivido casos que se han alargado como el de Isma Urzaiz. Ahora bien, toca comunicarlo, con calma, zanjar filtraciones, afrontarlo desde la tranquilidad deportiva y mitigando la ansiedad del entorno. Será lo mejor en un club cuyo ecosistema sufre graves daños de convulsiones inesperadas». La semana de Kepa... o de Iago.

Amat dice que pisó a Laporte sin querer

Todavía resuenan en los oídos de los rojiblancos las quejas béticas tras el partido del Villamarín. El técnico Quique Setién se despachó a gusto, y su segundo, el expulsado Eder Sarabia, otro tanto, cargando, incluso, sobre Laporte por ‘simular’ la patada de Jordi Amat. El jugador que vio la roja explicó ayer la jugada que dio paso al penalti, aunque entre lo que dice y lo que se vio por televisión, media un abismo: «Ha sido una jugada donde el jugador del Athletic cae debajo de mis piernas, yo me desequilibro con su pierna, pisándole sin querer, mientras caigo para atrás levanto mi pierna izquierda sin ninguna intención de nada! Quiero decir también que nunca en la vida pegaría una patada a alguien en el suelo, me parece un acto de cobardía total! Jamás en mi carrera he querido hacer daño a alguien! Esperamos recurrir la tarjeta, ahí están las imágenes!».J.V.