Al menos 400 tanques de combustible fueron incendiados ayer en Kabul, en un incidente cuyas causas investiga la Policía y que fue reivindicado por la insurgencia talibán.

Las cisternas incendiadas se encontraban en un aparcamiento de camiones a las afueras de la capital afgana, en la zona de Chawk-e-Arghandi del distrito de Paghman, y el fuego comenzó el viernes por la noche hacia las 22.30 hora local (08.00 hora de Euskal Herria), dijo un portavoz policial, Hashmat Stanikzai.

A primera hora de la mañana los bomberos aún intentaban apagar tanques en llamas y aunque la investigación prosigue, «hay una alta probabilidad de que se haya detonado una bomba magnética», sin que se produjeran víctimas, aseguró.

Los talibanes, que asumieron el ataque a través de su página web, aseguraron que colocaron varias bombas y elevaron el número de vehículos dañados a más de 600. Su portavoz, Zabihullah Muyahid, afirmó que el objetivo eran los camiones cisterna de combustible pertenecientes a tropas de la OTAN.

La televisión afgana indicó que el fuego fue provocado por el lanzamiento de cuatro cohetes.