Amalur Artola
UDATE | JAZZALDIA

Ray Davies ante un plural jazzaldia que comienza hoy

El Jazzaldia de Donostia irrumpió ayer activamente con la rueda de prensa inesperada de Ray Davies, músico londinense y exvocal de la ya extinta The Kinks, grupo que lideraba junto a su hermano Dave y que desapareció hace casi una década, en 1996.

Desde entonces, Davies sigue su andadura en solitario, aunque las especulaciones sobre la posible reunión de los Kinks sigue de actualidad en semanas alternas. Y así se presentará en Donostia, en solitario, tal y como ya lo ha hecho en otras ocasiones en Euskal Herria. Davies entró a las 15.00 en punto a la sala Urgul del Hotel Costa Vasca, donde habían convocado la rueda de prensa. De buen humor y ataviado con una americana y zapatillas de deporte, se mostró juguetón con los fotógrafos al posar con un osito de peluche y frente un futbolín que, previamente, habían ubicado a propósito. Amable y sonriente se presentó también ante los periodistas. «Pensaba que estaba aquí de vacaciones», bromeó, antes de referirse al concierto que ofrecerá hoy a las 21.30 en el Escenario Verde, el que reúne a más gente joven: «Me parece estupendo, es una especie de regeneración de mi música. Los jóvenes ahora van a descubrir dónde está el origen de bandas que les gustan», dijo, entre las que mencionó formaciones como Blur y Oasis, y añadió que «se podría hablar de una especie de curva cultural para volver a los orígenes.

Para mí esto es muy importante; como persona creativa que soy, siempre estoy buscando algo muevo, no solo repetir la música que hicimos en aquellos tiempos». Davies viene a Donostia con nueva banda y, sobre el concierto de esta noche, adelantó que será una «mezcla de temas del comienzo, del medio y del final». Aseguró que no se aburre de tocar las canciones del inicio: «Todo depende de quién te vaya a escuchar y de los músicos; estos hacen que las canciones evolucionen y cada vez es casi como la primera vez».

Eludió la pregunta sobre la posible vuelta de The Kinks de la que se lleva hablando un tiempo opinando que «todo depende de que haya música buena que hacer», y añadió que todavía hay muchas canciones de los Kinks sin publicar, por lo que «no descarto nada». Ante la insistencia de los periodistas, Davies aseguró que «lo fundamental es que tengamos algo que decir, desde luego que no lo vamos a hacer por dinero. Tenemos que creer que hay un público para nosotros. Yo tenía 18 años cuando empecé y mi hermano 15; funcionábamos como un equipo de fútbol, y un equipo siempre tiene que tener un buen mánager, un buen entrenador... Pero, sobre todo es cuestión de que haya música, algo por descubrir. Cuando era joven descubrí a John Lee Hooker, a todos los grandes cantantes de blues y demás. Si volvemos tiene que ser para hacer algo creativo y nuevo, no para hacer la música de The Kinks de los viejos tiempos». La segunda condición para la vuelta, según Davies, sería la diversión: «Te lo tienes que pasar bien, tienes que disfrutar de las cosas, si no, no merece la pena. Yo ahora lo estoy pasando bien», aseveró, y, para muestra, agregó que tras la rueda de prensa ensayaría.

Refiriéndose a «Americana», disco y libro de memorias que prevé publicar a finales de 2015, Davies adelantó que se centrará en el regreso de The Kinks a los EEUU: en 1975 les prohibieron la entrada durante cinco años y, cuando regresaron, consiguieron estar ¡diez años de gira!. «Muchos grupos americanos se sentían invadidos por los grupos de pop británicos, que afectaban a su modo tradicional de vida», dijo, y añadió que cuenta con unas cincuenta canciones inéditas de aquella época. El proyecto también recogerá el periodo en que se estuvo recuperando del disparo que recibió en Nueva Orleans en 2004.

Haciendo balance de sus inicios, aseguró echar de menos la velocidad: «Grabábamos dos álbumes al año, un ep, girábamos... ¡`You Really Got Me' es mi segunda canción! A mi me gustaba esa velocidad», aseguró. Habló también de la invasión británica a EEUU de la denominada «Santísima Trini- dad» que componían The Beatles, Stones y The Kinks. «En esa trinidad, nos sitúo en ningún sitio y los primeros. Éramos lo más `no santísimo' que podía haber», rió. «Siempre he considerado que The Kinks éramos unos outsider».