Paolo Lubrano
Acción contra el Hambre
KOLABORAZIOA

Israel y el derecho internacional humanitario


Las bombas que caen sobre Gaza no solo matan. No muy lejos del extremo de la muerte, el sufrimiento logra abrirse paso y quedarse mucho tiempo después. Muchos de quienes sobreviven han perdido sus hogares o medios de vida. Miles de agricultores no pueden ahora acceder a sus tierras. Los pescadores, cuando el fuego no ha destrozado sus botes o aperos, tienen que salir a faenar en aguas cada vez más contaminadas. El mar está recibiendo grandes descargas de aguas residuales que las plantas depuradoras dañadas no pueden ya limpiar.

La situación, antes de las bombas, no era mucho mejor. Recordemos que ocho de cada diez gazatíes dependen de la ayuda humanitaria y que 1,8 millones de personas viven desde hace ocho años sometidos a un bloqueo que ha colapsado su economía. Un alto el fuego duradero es, sin duda, la condición sine qua non para construir la paz: la de hoy y la de mañana.

Hoy es también más urgente que nunca recuperar un espacio humanitario en el que, mientras los políticos y los militares encuentran una solución para que israelíes y palestinos puedan compartir esta tierra, los niños, las mujeres y los hombres civiles, de ambos lados, queden protegidos de las armas y puedan vivir con dignidad, y las organizaciones humanitarias podamos entregar la ayuda que tanto se necesita. Hagamos del derecho internacional humanitario una realidad.