Mikel INSAUSTI
Zinema kritikaria
CRíTICA: «El amanecer del planeta de los simios»

La capacidad negociadora y la teoría de la evolución

Al paso que va la nueva franquicia basada en la novela de ciencia-ficción de Pierre Boulle, acabará superando en su conjunto a la anterior saga iniciada en 1968 con el clásico del género «El planeta de los simios», realizado por Franklin J. Schaffner. Y lo tengo claro porque Matt Reeves ya ha firmado un contrato para dirigir la tercera entrega, sin esperar a ver el resultado en taquilla de esta segunda, con la que ha superado cinematográficamente a «El origen del planeta de los simios».

Matt Reeves es un gran autor movido por su arrolladora pasión cinéfila, tal como demostró con «Monstruoso» y con el magistral remake anglosajón de la película sueca «Déjame entrar». Es uno de los pocos que se encuentran dotados hoy en día para sacar el máximo rendimiento creativo a materiales, en teoría ya muy explotados. Con «El amanecer del planeta de los simios» lo ha vuelto a conseguir, gracias a que siempre sabe cómo darle otra vuelta de tuerca más a un tema de sobra conocido.

Su película posee la originalidad de trasladar al fantástico universo simiesco el espinoso asunto de la capacidad negociadora humana, siempre en entredicho. Y, precisando más, Reeves se refiere al fracaso de la negociación política, por lo general debido a la falta de un interlocutor válido. En el conflicto entre simios y humanos Jason Clarke interpreta al mediador no autorizado, cuyo margen de maniobra es cuestionado por el liderazgo superior que representa un colérico Gary Oldman, empeñado en transmitir a las masas su peligrosa paranoia.

En el bando opuesto César se verá obligado a ir a la guerra, guiado por un instinto de supervivencia evolutivo. Andy Serkis rompe definitivamente las barreras interpretativas del sistema de «captura de movimiento», para hacer un trabajo expresivo que cobra fuerza en los primerísimos primeros planos de sus ojos. El discurso que maneja en el idioma del enemigo es muy de Steven Spielberg, y ese mensaje de «hogar-familia-futuro» parece sacado directamente de «Encuentros en la tercera fase».