Iñaki IRIONDO GASTEIZ
Constantes problemas en las obras de la «Y vasca»

Lío en el túnel de Zumarraga: una UTE tiene el explosivo y otra la obra

El túnel del TAV de Zumarraga, en el que se produjo un derrumbe el 28 de mayo, no deja de deparar sorpresas. La obra la acomete desde cada extremo una empresa distinta. El tramo que sale de Antzuola se había paralizado 500 metros antes de acabar «por motivos de seguridad», y Lakua encargó a quienes partían de Ezkio que se adentraran en esa parte y son quienes tienen el permiso de uso de explosivos. Ahora el Gobierno rectifica y pide a los primeros que sigan.

Según una respuesta parlamentaria del Departamento de Desarrollo Económico y Competitividad, firmada por la consejera, Arantza Tapia, y con fecha de 18 de julio, desde el 23 de abril la empresa Geotunel cuenta con la autorización de la Delegación del Gobierno para el consumo de explosivos en el tramo del túnel de Zumarraga que inicialmente estaba adjudicado a la empresa Acciona Infraestructuras. Lakua le había pedido, aduciendo razones de seguridad, que avanzara en ese tramo, y así comenzó a hacerlo el 10 de abril.

Sin embargo, dos días antes de que Tapia remitiera su respuesta, la Dirección de Obra había cambiado de planes e indicado a la UTE a la que pertenece Acciona que retomara los trabajos de avance al estar superados los problemas de seguridad.

Es decir, en estos momentos, una empresa tiene la orden de retomar sus trabajos de avance del túnel desde el pk 3+075 al 3+560, mientras que la que viene en sentido contrario tiene el permiso para el uso de explosivos. Fuentes conocedoras de las obras señalan que las órdenes que se están dando desde Euskal Trenbide Sarea para la ejecución de las mismas no son operativas y pueden estar más dirigidas a cubrirse burocráticamente para el futuro que a lograr el avance efectivo de los trabajos.

Un historia muy enrevesada

El túnel que pasa bajo Zumarraga es el más largo de la «Y vasca» y se adjudicó a finales de 2011 a dos uniones de empresa distintas, para que cada una la abordara desde un extremo. La UTE Túnel Antzuola agrupa a Acciona Infraestructuras, Construcciones Galdiano y Altuna y Uría. La UTE Túnel de Zumarraga, que parte de Ezkio/Itsaso, reúne a Construcciones Sobrino, Obegisa y Geotúnel.

A finales del pasado año, la UTE Antzuola dejó de realizar trabajos de avance en su tramo del túnel, cuando le faltaban unos quinientos metros para llegar a donde debía hacerse el cale con quien avanza desde Ezkio, que había corrido más y había llegado a su destino. Según fuentes sindicales, ese parón se debió a motivos económicos, ya que la UTE alega haber encontrado dificultades inesperadas que obligan a un aumento del presupuesto. Desde el Eusko Trenbide Sarea, por contra, se asegura que motivos de seguridad obligan a terminar los trabajos de destroza y asentamiento en los 2.000 metros ya perforados, antes de seguir avanzando.

Primer cambio sin tramitación

En diciembre de 2013, ETS solicita a UTE Zumarraga, que ya que ha llegado al final de parte, que continúe con la excavación y sostenimiento de los túneles hacia el lado de Antzuola, por razones de estabilidad del propio frente y de seguridad.

En todo caso, el informe del director de obra señala que previo a cualquier trabajo de escavación y sostenimiento en este tramo, debe realizarse una campaña geotécnica complementaria, redactarse y aprobarse nuevos planes de seguridad, ampliar las coberturas de los seguros y redactar y aprobar un proyecto de voladuras.

Fuentes jurídicas y parlamentarias sostienen que, además de eso, los gobiernos de Lakua y Madrid, a través de ETS y Adif, deben realizar nuevos proyectos o aprobar debidamente reformas en los existentes. Sin que conste que nada de esto se haya realizado.

EH Bildu preguntó al Departamento de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, y la única respuesta que encontró fue la arriba indicada, y como escueta documentación un formulario de cuatro hojas manuscrito por el director de obra.

Repetida la pregunta al Departamento de Desarrollo Económico, la respuesta en este caso fue que la única función en la que son competentes es en la verificación del cumplimiento de las normas básicas de seguridad minera. «En este sentido, -se lee en el escrito- con fecha 10/04/2014, la empresa Geotunel, como titular de la autorización de consumo de explosivo en el TAV Zumarraga, comunicó, mediante correo electrónico, el inicio de trabajos en el tramo de túnel comprendido entre los pks 3+075 a 3+560, adjuntando resolución del Delegado de Gobierno de 24/03/2014 por la que se cambia la titularidad de la autorización de uso y abastecimiento de explosivo en el tramo del túnel citado».

Entre tanto, el 28 de mayo se produjo un derrumbe en el tramo adjudicado a la UTE Zumarraga, por lo que tuvieron que dejar las labores de avance hacia Antzuola, para concentrarse en el desescombro y reparación.

Y vuelta al plan inicial

Si la situación no fuera ya suficientemente complicada, según ha sabido GARA y tiene constancia documental de ello, el 16 de julio, el mismo director de obra que pidió a la UTE Zumarraga que siguiera avanzando hacia Antzuola, pide ahora a la UTE Antzuola que retome los trabajos de avance hacia Ezkio, como se había previsto originalmente.

La instrucción se trasmite a través de una mera hoja de formulario redactada a mano y en la que se dan por resueltos los problemas de estabilidad que existieron y se ordena seguir con la escavación y sostenimiento a partir del pk 3+075. La cuestión es que, según el Departamento de Desarrollo Económico, quien tiene el permiso para usar explosivos en esa zona, es la otra empresa.

El derrumbe evidenció problemas de seguridad

El túnel que pasa bajo Zumarraga presenta «centenares de metros» que no son seguros, según el informe realizado después de que se produjera un desprendimiento de más de 700 metros cúbicos en el tramo concedido a la UTE Zumarraga. El documento redactado por la empresa OHL Construcción determina -como adelanto GARA el pasado domingo- que «varios centenares de metros» de la obra «no presentan márgenes de seguridad satisfactorios». Añade que «a la vista de los daños que se observan en el hormigón proyectado, no puede en absoluto descartarse» que pueda volver a repetirse otro derrumbe como el sufrido en mayo. «La impresión que transmite el túnel es que el sostenimiento diseñado es insuficiente», concluye. I.I.