La decisión de Vincenzo Nibali de fijarse la etapa de ayer con el objetivo de lograr la victoria en Hautacam para demostrar que es un gran ganador del Tour impidió a Mikel Nieve conseguir el premio que parecía tener cerca cuando coronaba el Tourmalet con 4.33 sobre el pelotón.

El leitzarra demostró ser el corredor más fuerte de una fuga en la que entró por tercer día consecutivo Ion Izagirre junto a Herrada (Movistar), Coquard, Reza y Voeckler (Europcar), De Marchi y Marcato (Cannondale), Bakelants (Omega), Trofimov (Katusha), Boom (Belkin), Kadri (Ag2r), Ladagnous (FDJ), Oss (BMC), Simon (Cofidis), Chavanel (IAM), Huzarski y Machado (NetApp) y Guillou (Bretagne).

Astana no quiso dejar a la escapada coger mucho tiempo en una demostración de que quería la victoria, pero el trabajo de los Europcar en los kilómetros ascendentes que conducían a la parte más dura del Tourmalet y el empeño de Nieve y Kadri, que se marcharon por delante, permitieron al dúo llegar a la cumbre con una buena ventaja.

Pero Movistar lanzó de manera incomprensible un ataque en la bajada cuando Valverde ha demostrado en los últimos días que acaba muy justo el Tour y que lo único que puede hacer es defender el segundo puesto. El equipo navarro mandó parar a Ion izagirre para lanzar junto a Herrada a Valverde en la bajada y eso lo único que consiguió es que la marcha del pelotón se incrementara, quedarse sin ciclistas por delante, y que trabajaran por detrás los rivales en la lucha del podio. El ataque de Movistar solo perjudicó a Nieve, que le había ayudado el día anterior.

Eso provocó que al acabar el descenso en Luz-Saint-Sauveur el navarro y Kadri apenas tuvieran tres minutos. Cuando el grupo de favoritos atrapó al de Valverde Astana cogió el mando y en los veinte kilómetros de ligero descenso con el viento en contra consiguió que Nibali llegara a pie de Hautacam con 1.30.

Kangert realizó el inicio de la ascensión, después Horner tiró de Nibali durante un kilómetro y cuando faltaban nueve y Nieve solo tenía 40 segundos, aunque el italiano no tenía la referencia, quiso dar su última exhibición.

Una moto amarilla

Se ha hablado mucho de qué hubiera sido el Tour con Contador y Froome, lo que ha herido el orgullo del campeón italiano, pero en toda la temporada en las carreras que han disputado los dos favoritos en la salida del Tour ninguno ha metido 1.10 en diez kilómetros de subida a sus principales rivales.

Los superó en Sheffield en la primera etapa, metió más de dos minutos a Contador en la jornada del pavés y con la forma que ha demostrado Nibali en este Tour probablemente habría sido también ganador con ellos porque el inglés tampoco habría salvado bien la etapa del pavés.

El italiano ha llegado en la mejor forma de su vida al Tour y ha ganado tiempo en todas las etapas importantes a todos los rivales que iban tras él, y además ha acabado muy fuerte. Por eso no se puede quitar mérito a su triunfo por los accidentes de los dos principales favoritos. Y hasta eso perjudicó ayer a Nieve.

El podio, en quince segundos

Y Nibali, sin necesidad, metió más de un minuto a Pinot después de la gran batalla que se libró entre los aspirantes al podio al marcharse por delante Pinot, Van Garderen, Majka -que se aseguró el maillot de la montaña- y Peraud, que consiguieron sacar a Valverde del podio. Pese a todo, queda a quince segundos de Pinot y a dos de Peraud y si hace una crono normal puede recuperar esa diferencia

Movistar vivió un día complicado porque además de perder tiempo su líder, perdió a José Joaquín Rojas y a uno de los dos coches, el conducido por Txente García, expulsados por agarrarse de manera injustificada en el descenso del Tourmalet.

Por delante de Valverde llegó en novena posición de la etapa Haimar Zubeldia, que se coloca décimo en la general con 1.23 sobre Pierre Rolland ante una crono de mañana en la que además el usurbildarra es más especialista. Finalizar en el Top 10 por quinta vez a los 37 años y once después de que lo lograra en la primera ocasión en 2003 demuestra la regularidad que ha mantenido a lo largo de su carrera. Tiene a Ten Dam y Konig a dos minutos, pero será difícil mejorar alguna posición más.