Beñat ZALDUA

Jordi Pujol confiesa haber tenido cuentas irregulares en el extranjero

El expresident Jordi Pujol causó ayer un terremoto político al admitir, a través de un comunicado, haber tenido cuentas sin regularizar en el extranjero durante más de tres décadas. El fundador de Convergència da la razón de esta forma a las informaciones publicadas sobre el tema y deja en una situación delicada a su propia formación.

El expresident de la Generalitat y hasta ayer símbolo y guardián moral de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) -por no decir de gran parte de Catalunya- confesó ayer por la tarde que él y su familia mantuvieron durante 34 años cuentas sin regularizar en el extranjero, es decir, que vivió más de tres décadas cometiendo fraude fiscal de manera consciente. Así lo reconoció a través de un comunicado que su abogado envió ayer a varios medios de comunicación.

Pujol intenta así, «con mucho dolor» según señaló, salir al paso de las numerosas informaciones que medios, sobre todo madrileños, están sacando sobre presuntos casos de corrupción vinculados a su familia. Pero lo cierto es que difícilmente conseguirá frenar los comentarios, ya que su confesión, pese a incluir una petición de perdón, deja numerosas lagunas, empezando por la cantidad de dinero escondido al fisco durante tres décadas, sobre el que apenas se detalla nada.

Según Pujol, las cuentas en el extranjero provenían de una herencia recibida de su padre en 1980. Un dinero que ya estaba de manera irregular en el extranjero y que el padre del expresident destinó a sus nietos, los siete hijos de Jordi Pujol. «Pese a que mi consciencia y mi cargo me empujaban a rechazar esta herencia, la última voluntad de mi padre junto con su opinión y dudas sobre mi opción vital por la política pesaban todavía más», se lee en el comunicado, donde se demuestra que Pujol era plenamente consciente del fraude fiscal que cometía siendo el máximo representante de Catalunya.

Cuando todos sus hijos fueron mayores de edad, las cuentas quedaron bajo la gestión de uno de los vástagos de Jordi Pujol, que añade: «Es en ese momento cuando mi error original contaminó directamente a mis siete hijos y a mi esposa».

Pese a las tres décadas que han tenido para regularizar las cuentas, Pujol señala que «lamentablemente no se encontró nunca el momento adecuado para regularizar esta herencia», por lo que, finalmente, «ha tenido que ser en estos últimos días cuando los miembros de mi familia han regularizado esta herencia, con las consecuencias del nuevo marco legal aprobado para incentivar la última regularización excepcional de noviembre de 2012», en referencia a la amnistía fiscal del PP, aprobada también con los votos de CiU.

Pujol concluye su comunicado haciéndose «único» responsable y poniéndose a disposición de las autoridades tributarias o judiciales, con el objetivo de «acabar con las insinuaciones y los comentarios», en referencia a las informaciones publicadas en los últimos meses por diarios madrileños.