Vincenzo Nibali, ganador de la 101ª edición del Tour, recibió en París el último maillot amarillo y disfrutó como nunca. «Este es el momento más importante y bonito de toda la carrera. Nunca imaginé tener una alegría como esta», dijo visiblemente emocionado. El ciclista del Astana leyó un texto desde lo alto del podio al público que abarrotaba los Campos Eliseos y recordó que fue tercero en la edición de 2012 para añadir a continuación que «estar en el primer escalón es todavía más emocionante e increíble». Ya es el sexto corredor de la historia que ha ganado las tres grandes y con 29 años.

«He construído este triunfo escalón a escalón. Desde que decidí que ganar el Tour sería el objetivo central de toda mi temporada». El Tiburón de Messina se lo dedicó a su equipo, el Astana, «a los que están aquí y a los que se quedaron en Italia, porque una victoria así se consigue juntos», y citó al director deportivo de la formación, Giuseppe Martinelli, y al mánager, Alexandre Vinokourov. Pero también a su familia -esposa, hija y padres-. «Si no me hubieran apoyado desde el inicio de mi carrera no estaría aquí. Pocas veces he estado tan emocionado en mi vida. Gracias a todo el mundo», concluyó.

Christian Prudhomme le apoyó con sus palabras: «Creo que Nibali habría ganado este Tour sin las caídas de Froome y Contador. Ha construído su victoria de forma metódica, con mucha inteligencia. Estaba ya obsesionado con esta carrera. La ha dominado con constancia, sin aplastar a sus rivales. Ha estado delante en todos los terrenos». El director del Tour está «encantado» de la forma en la que se ha desarrollado la prueba y piensa en 2015: «Estoy deseando que llegue el año próximo, con Froome, Contador, Quintana y Nibali», mencionó.

A Marcel Kittel, ganador por segundo año consecutivo del prestigioso sprint final, también le ha ido muy bien. Fue su cuarto triunfo, tras llevarse tres de las cuatro primeras jornadas de la edición, lo que le sitúa en el primer puesto de los vencedores de etapa empatado con Nibali. «Ganar tantas etapas en dos años quiere decir que formo parte de los corredores más rápidos. He demostrado que nadie me puede olvidar en un sprint, aunque puedo cometer errores, como sucedió en Reims».

«El deporte es así»

Alejandro Valverde ha terminado cuarto y enfadado. El líder del Movistar no considera ese puesto un fracaso. «El deporte es así, a veces se gana y otras se pierde. Hemos luchado hasta el último día por el podio, eso quiere decir que hemos estado superbién y que hemos hecho lo que hemos podido. No todo lo que uno prepara se gana. No ha sido un fracaso», insistió.

El murciano se mostró muy dolido por las críticas recibidas tras la contrarreloj del sábado. «Estoy por decirle a Eusebio (Unzue) que el año que viene me traiga de mecánico. Que critique el aficionado vale, pero hay periodistas que no sé para qué tienen la carrera. Hacer cuarto no es nada fácil».

De los primeros al último. Cheng Ji se ha convertido oficialmente en el primer chino en correr el Tour. Farolillo rojo en la general y en algunas etapas ha terminado con la rodilla izquierda dolorida, cansado pero contento. Ahora espera tomarse unas vacaciones: «Tres semanas es mucho tiempo, voy a tratar de relajarme y no pensar en la bicicleta», concluyó.