Martxelo Díaz
Periodista
IKUSMIRA

Con amigos así, no hacen falta enemigos

Bajan revueltas las aguas en el PP navarro. Enrique Martín ha dicho que no puede más y ha tirado la toalla. Antes de que empezaran las fiestas de Tutera, se armó de valor, escribió una carta a Mariano Rajoy y se plantó. Presentó su dimisión diciendo hasta aquí hemos llegado.

La carta deja bien claro que a Martín le han hinchado las narices a base de bien. Se queja de que no le han dejado vivir. Me imagino que sería consciente de que dirigir el PP intentando aumentar su escasa implantación en Nafarroa iba a ser difícil cuando en mayo de 2012 optó al puesto y Génova le nombró, descabalgando a su rival, Ana Beltrán. No sé si pensaría que María Dolores de Cospedal le tenía en buen concepto o si sospechaba ya que fue Yolanda Barcina quien decidió que fuera el peor candidato quien dirigiera el PP navarro para no hacerle sombra a UPN y en Génova le hicieron caso.

En cualquier caso, se ha dado cuenta que tenía al enemigo dentro de casa. Por un lado, Génova le dio el plácet, pero no le volvió a coger el teléfono ni a contestarle una mísera carta. En cambio, Yolanda Barcina tiene hilo directo con los dirigentes de un partido que se supone es su rival para ganar el espacio de la derecha en Nafarroa. Y es que Barcina se mueve más cómodamente en Madrid que en Iruñea, desde hace tiempo.

Pero si en Madrid pasaban de él olímpicamente, en la sede del PP de la avenida de Carlos III de Iruñea pasaba tres cuartos de lo mismo. Martín se queja de que hay afiliados que quieren que UPN pierda las próximas elecciones y lleguen los abertzales al poder para que el PP resurja de sus cenizas y lidere la derecha navarra. No da nombres, pero las sospechas se dirigen a quienes perdieron el congreso de 2012 por decisión de Génova. El pobre se echaba las manos a la cabeza. Era el único que veía que Navarra, su Navarra excluyente, se rompía. Y con ella, su España, su España excluyente. Hasta en el PP están esperando una derrota de Barcina. Y decidió huir.