Jon ORMAZABAL
REAL | Zubieta vivió el adiós del francés y el retorno del español

«Necesitaba nuevos retos»

Antoine Griezmann quiso despedirse de toda la familia txuriurdin tras superar el reconocimiento médico para fichar con el Atlético.

Zubieta se convirtió ayer por la tarde en una especie de encrucijada en la que convergieron los caminos de Antoine Griezmann y Esteban Granero, los dos protagonistas de la actualidad txuriurdin en las últimas horas, ya que mientras el francés se acercó al lugar de entrenamientos para despedirse de los que han sido sus compañeros durante los últimos años, el español lo hizo para ponerse a las órdenes de Jagoba Arrasate, su principal valedor, e incorporarse, como uno más, a la plantilla de la Real, que ya prepara el importante partido del jueves ante el Aberdeen en Anoeta.

Como se preveía, los acontecimientos se sucedieron durante las primeras horas de la jornada de ayer. Por la mañana, casi de manera simultánea, Real y Atlético de Madrid hicieron público, sin dar detalles, el acuerdo por el que el francés pasará a la disciplina rojiblanca a cambio de 30 millones de euros y el 20% de un posible futuro traspaso a un tercero. No necesitar de liquidez inmediata le ha permitido al conjunto txuriurdin conceder pagar a plazos al club colchonero, una apuesta que le podría deparar unos ingresos algo superiores a lo que estipulaba su cláusula de rescisión. Eso sí, haciendo concesiones a un club antipático en el entorno.

Superado el reconocimiento médico al que quedaba supeditado el acuerdo, el jugador quiso acercarse a Donostia a despedirse no ya solo de los que han sido sus compañeros durante estos últimos diez años que ha pasado en Donostia, sino también de todos los empleados de la entidad y del total de la masa social de la Real, a la que le deseó los mejores éxitos en el futuro.

Comparecencia y carta

El atacante francés compareció en sala de prensa acompañado por el director deportivo Lorenzo Juarros y resumió en pocos minutos el contenido de una carta que colgó en su twitter a modo de despedida y agradecimiento general.

Con dos pequeños guiños en euskara en el comienzo «Familia txuri-urdinari» y en el final «Eskerrikasko bihotzez emandako animo bakoitzarengatik», el jugador trató de justificar la decisión de abandonar la disciplina txuriurdin.

En esta nota, Griezmann quiso primero agradecer la acogida que tuvo al llegar, «llegue cuando aún no había cumplido los 13 años y vosotros me abristeis las puertas de vuestra casa. Fuisteis los primeros y únicos que confiasteis en mí» para seguidamente reconocer que sus primeros años en el conjunto donostiarra no fueron sencillos y pasar a nombrar todos los que le han apoyado en este tiempo. «Hoy solo puedo daros las gracias por todo, por obligarme a madurar, por enseñarme todo lo que sé y por hacer que cumpliese mi sueño, vivir de lo que me apasiona, el fútbol. Me gustaría nombraros a todos, pero no acabaría jamás».

Por último, argumentó su marcha por la necesidad de buscar nuevos retos. «Después de hacer realidad el sueño de todo canterano, ascender a Primera División y jugar la Champions League con su equipo, necesitaba nuevos retos, nuevas dificultades y este verano el Atlético de Madrid me ha brindado esa oportunidad. Una oportunidad, a la que no he querido decir no».

Granero agradece el esfuerzo de todos

Esteban Granero fue la otra cara de la moneda, ya que su presencia en Zubieta obedecía a que Real, el jugador y Queens Park Rangers habían firmado un acuerdo por el que el cenrocampista pasa a ser jugador de la entidad txuriurdin durante las próximas cuatro temporadas, con una ficha alta para los baremos que maneja la entidad guipuzcoana.

El QPR no recibirá traspaso pero se ahorrará la astronómica ficha que tenía pactada por dos años con el jugador, cifra que baja para jugar con la Real. Ayer mismo entrenó a las órdenes de Arrasate.

J.O.