Iñaki IRIONDO

Salud afirma que los vertidos de polvo de Petronor pueden generar ansiedad

En el mismo informe que descarta que la emisión de polvo negro de Petronor del 21 de junio sobre el barrio de San Julián de Muskiz tuviera afecciones tóxicas para la ciudadanía, el Departamento de Salud reconoce que los constantes incidentes pueden generar ansiedad.

El pasado 21 de junio el barrio de San Julián de Muskiz amaneció cubierto de un polvo negro que se había posado sobre huertas, coches, ropa tendida... y que resultó ser coque emitido por la planta de Petronor. El escape tuvo su origen en la cámara de coquización de la Unidad de Reducción de Fuel Oil «a través de las holguras del sistema de sello de la cámara de corte y la válvula superior», según ha informado el Departamento de Medio Ambiente y Política Territorial al Parlamento a petición del grupo EH Bildu.

Entre la documentación remitida a la Cámara autonómica, figura el informe realizado por el Departamento de Salud, que señala que el vertido no resultó tóxico para los habitantes del barrio, pero sí menciona las consecuencias indirectas que tienen los continuos escapes de este tipo sobre la salud general de la población.

El informe firmado por la responsable de la Unidad de Sanidad Ambiental especifica que «este tipo de incidentes son origen de malestar y preocupación, que de forma indirecta sí pueden llegar a afectar a la salud de los vecinos de la zona de influencia de la planta, al incidir de forma especialmente negativa en una población ya sensibilizada e intranquila, y generando ansiedad por los posibles efectos en su salud».

Por ello, la firmante considera que «por todo ello, es necesario que el expediente informativo abierto a la empresa por el Departamento de Medio Ambiente y Política Territorial concluya en medidas para evitar que vuelva a suceder este tipo de episodios».

Sin embargo, quince días después de esta recomendación, la Consejería indicó al Parlamento que estaba todavía a la espera de los informes que le remitiera la propia Petronor para ver si era necesario adoptar nuevas medidas correctoras a la actividad de la refinería y si cabía iniciar algún tipo de expediente sancionador.

De la respuesta del Departamento de Medio Ambiente llama la atención el énfasis que pone para señalar que Petronor «tiene actualmente implantadas las Mejores Técnicas Disponibles (con las mayúsculas en el original) existentes para este tipo de instalaciones con objeto de minimizar el impacto ambiental del proceso de coquización». Y, pese a todo, es evidente que hubo un fallo.

La Consejería señala que, al parecer, esas «Mejoras Técnicas Disponibles», son a su vez mejorables, y que «el titular de la actividad ha iniciado el estudio y la evaluación de la implantación de nuevas mejoras».

Nuevo incidente a los diez días

Después del escape de coque del 21 de junio, el 2 de julio se produjo una emisión de vapor de agua y polvo inerte de catalizador -según técnicos de Medio Ambiente, bentonita- de la refinería de Petronor.

Según la empresa en el transcurso de una operación de mantenimiento programada, se produjo un fallo que obligó a realizar una parada de seguridad y el incidente generó una emisión por la chimenea de vapor de agua y polvo inerte de catalizador, que afectó principalmente al municipio de Abanto. Muchos vehículos aparecieron cubiertos por un polvo gris en Gallarta y Las Carreras.

La importancia de quién llamó primero a SOS-Deiak

El informe del Departamento de Salud detalla que el 21 de junio sobre las 10.30 la técnica de emergencias de Salud Pública recibió una llamada de SOS-Deiak que le comunicaba que estaban recibiendo llamadas de vecinos preocupados por el polvo negro. Y añade que «más tarde Petronor informa que tuvo conocimiento del incidente a las 4 am».

El detalle de quién llamó primero puede tener su importancia, puesto que según detalló EH Bildu hace unas semanas, corresponde a la empresa dar aviso del incidente en cumplimiento del protocolo de la Autorización Ambiental Integrada (AAI) y no hacerlo así supone una falta. I.I.