GARA GAZA
Ataque israelí contra Gaza

Más de cien muertos en un solo día entre rumores de tregua

Gaza sufrió ayer la jornada más dura desde que comenzó la ofensiva israelí, con al menos cien muertos que elevan ya a casi 1.200 la cifra total de víctimas mortales, la mayor parte civiles. Además, Israel destruyó la única planta de electricidad de la Franja, dejando sin suministro prácticamente a los 1,8 millones de personas. Mientras, la OLP anunciaba un acuerdo para una tregua que Hamas desmintió, y EEUU sugería que Israel planteaba un cese el fuego que Tel-Aviv negó.

«De repente, los misiles cayeron como la lluvia. Habíamos dejado nuestras casas, algunos corrían en una dirección, otros en la opuesta. La gente no sabían dónde ir. Gritaban `¡Evacuación!'», relata Mohamed al Dalo, un habitante de Gaza al recordar la noche del lunes, una de las más duras vividas desde que Israel comenzó sus ataques. Más de cien cuerpos fueron trasladados a las diferentes morgues ayer, lo que elevaba a 1.184 la cifra de víctimas mortales, además de 6.700 heridos, la inmensa mayoría civiles en 22 de bombardeos continuados.

Según Unicef, al menos 239 niños han muerto en los ataques. «Los niños mueren, son heridos, mutilados, quemados, además de estar absolutamente aterrorizados», denunció la responsable de Unicef en Gaza, Pernille Ironside.

El Ejército israelí atacó ayer de nuevo viviendas, centros de prensa, mezquitas, granjas y descampados, según el portavoz del Ministerio de Sanidad, Ashraf al Qedra. Casi ningún sector de la Franja se libró: la ciudad de Gaza, el campo de Bureij (centro) Jabaliya (norte) y la región de Rafah (sur).

Por su parte, la resistencia palestina ha causado 53 bajas entre los soldados israelíes, con la pérdida de diez más el pasado lunes.

Además, Israel dejó ya prácticamente a toda la Franja sin electricidad, al bombardear la única central eléctrica del territorio, que aporta el 30% del suministro. La planta estuvo en llamas durante horas después de que los aviones alcanzaran sus tanques de combustible sin que pudiera sofocarse el fuego por el peligro de nuevos bombardeos.

Los aviones dañaron además nueve líneas del suministro que llega de Israel. Antes de los ataques ya eran frecuentes los cortes de luz, y ahora prácticamente los 1,8 millones de personas que se hacinan en cada vez menos espacio carecen de electricidad, lo que se añade a la grave escasez de agua.

Se necesitará un año para que la planta destruida vuelva a funcionar, según el director adjunto de la autoridad de Energía, Fathi al-Sheikh Khalil, y eso siempre que Israel permitiera que el material necesario llegara a la Franja, sometida a bloqueo desde 2007.

En este contexto, Médicos Sin Fronteras (MSF) condenó el ataque del lunes contra el hospital Al Shifa, que «evidencia, una vez más, que en Gaza no hay lugar seguro para los civiles». Recordó que es el cuarto hospital atacado lo que constituye «una grave violación del derecho internacional humanitario». Su directora de operaciones, Marie-Noëlle Rodrigue, subrayó que los gazatíes están atrapados, «hacinados en una franja de terreno urbano densamente poblado. Están rodeados por el mar y con las fronteras cerradas. El Ejército israelí ordena a los civiles que evacuen sus casas, ¿Pero para ir adónde? No tienen ninguna libertad de movimiento y no pueden refugiarse en el exterior».

No hay tregua con bloqueo

Mientras continúa la devastación ayer volvieron a difundirse rumores sobre una posible tregua. Por un lado, el secretario general de la OLP Yaser Abed Rabbo, afirmó que esta organización estaba dispuesta a aceptar una tregua humanitaria de 24 horas, prorrogable a 72, en un acuerdo en el que incluía a Hamas y la Yihad Islámica.

«La dirección palestina ha convenido con Hamas y la Yihad Islámica enviar una delegación a El Cairo para discutir el período siguiente. Es una prueba, si hacía falta, de que tenemos una posición común», insistió Abed Rabbo.

Pero Hamas aclaró que la declaración «no es cierta, y no refleja la postura de la resistencia». Un portavoz, Sami Abu Zuhri, insistió en que la «calma» no volverá hasta que Israel no detenga su ofensiva. «Si lográsemos un compromiso internacional sobre un acuerdo de Israel, lo estudiaremos», explicó. «Consideraremos un alto el fuego cuando Israel se comprometa también y tengamos garantías internacionales. Pero no declararemos una tregua mientras el ocupante continúe matando niños», añadió.

«Sin el fin de la agresión y el levantamiento del bloqueo» el movimiento islamista palestino no aceptará ninguna tregua, afirmó después Mohammed Deif, líder de las Brigadas Ezzedin al-Qassam.

Por el otro lado, Washington aseguró que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, planteó la posibilidad de un alto el fuego en una conversación telefónica con el secretario de Estado de EEUU, John Kerry.

Pero el Gobierno israelí replicó que la propuesta no fue de Netanyahu sino de Kerry y pospuso a hoy una reunión de su gabinete de seguridad, lo que anticipaba otra noche infernal para los habitantes de Gaza.

Crítica a los líderes árabes

Por otra parte, Hamas criticó a los líderes árabes por su inactividad frente a las masacres. Sami Abu Zuhira aseguró que los líderes árabes «son responsables con su silencio, como si estuvieran contribuyendo con la ocupación israelí al asesinato de la gente en Gaza».

«Los líderes de los estados árabes deberían moverse inmediatamente y hablar para rescatar las vidas de los niños de Gaza que son asesinados a sangre fría y privados de todos sus derechos humanitarios», denunció Abu Zuhri.