Joseba UGARTE
Ataque israelí contra Gaza

Sobre treguas, responsabilidades y ausencias

Las tres semanas de castigo brutal contra la población de Gaza y la reacción cómplice de Washington han vuelto a certificar la principal responsabilidad de EEUU en el drama del pueblo palestino. Con la constante apelación al -derecho de Israel a defenderse-, Obama ha evidenciado su fracaso como estadista internacional -y a este paso corre el riesgo de dejar a su vez un ridículo legado en el ámbito nacional-. Su famoso discurso conciliador hacia el mundo árabe y musulmán del 4 de junio de 2009 desde la emblemática Universidad cairota de Al Azar ha quedado en lo de siempre, en una ya vieja muestra de la excepcional oratoria del último inquilino de la Casa Blanca. Una oratoria que se estrella contra el largo millar de víctimas palestinas y ante la nueva traición del primer presidente negro de la historia de EEUU a los pueblos de Oriente Medio.

Porque si alguien ha tenido en sus manos la posibilidad de forzar un giro estratégico a un Israel que va directo al abismo al que le lleva su teocracia sectaria ese ha si do Obama. Basta con recordar los continuos desplantes de Netanyahu a la Casa Blanca con su torpedeo constante de toda iniciativa diplomática a través de sus proyectos de colonización de Cisjordania.

Llegará un día, no tan lejano, en el que habrá que analizar pormenorizadamente todas las razones (domésticas y externas) de la complicidad de Washington con un régimen, el sionista, que no se sostiene por ningún lado -y cuyo final alocado es cuestión de tiempo- pero la responsabilidad de los EEUU de Obama y su contemporización, incómoda si se quiere ante la brutalidad de los bombardeos contra la población civil, pero contemporización al cabo, no es ni por mucho, y pese a su importancia crucial para Israel, la única.

La posición de la Liga Árabe, históricamente vergonzosa, clama esta vez al cielo. Y el ejemplo del Egipto actual es paradigmático. Su intento de forzar a Hamas a una tregua sin su concurso casa perfectamente con el ahogo al que el general golpista al-Sissi y su régimen someten al pueblo de Gaza. La complicidad con Israel del Egipto que acabó con el gobierno electo de los Hermanos Musulmanes en nombre de la revolución habrá sonrojado, me imagino, a los arabistas egipcios e internacionalistas de buena fe que primaron sus intereses y prejuicios políticos y acabaron bendiciendo la llegada al poder de un monstruo que está dejando incluso en buen lugar la escasa empatía del dictador Mubarak para con el sufrido pueblo palestino. Si alguien sostiene aún que al-Sissi es la reencarnación del coronel Nasser es que ha llegado la hora de reescribir la historia de los dolidos pueblos árabes. O de reinterpretarla.

Arabia Saudí vela por los intereses de Israel .el hijo del rey Faisal y jefe de inteligencia del régimen teocrático de los saud acaba de acusar a Hamas de arrogante y apuesta por un acuerdo que garantice la seguridad de Israel, ilo que debería aclarar a más de uno sobre la verdadera naturaleza de la alianza sionista-yihadista (wahabí).

Frente a ellos, solo Qatar y Turquía están siendo capaces de liderar una iniciativa diplomática que tenga en cuenta la principal exigencia de Hamas y de la población de Gaza: el final del bloqueo, por el que se han sacrificado y están sacrificando sus vidas miles de gazatíes. Quien pretenda que los palestinos sigan muriendo en vida (Jose Angel Oria dixit) es o un criminal o un cínico, lo que en este caso es lo mismo.

¿Convierte esta posición digna de Ankara y Doha a los gobernantes turcos y quataríes en sujetos libres de toda crítica? Ni mucho menos. Y si no que se lo pregunten a los kurdos o a los cientos de miles de inmigrantes sin derechos en el reino del Golfo Pérsico, sin olvidar a la oposición crítica de sus respectivas poblaciones.

Pero una cosa no quita la otra. Y si no que se lo pregunten también a los que retiran cadáveres de los escombros de barrio de Al-Shahaiye y de las poblaciones de Beit Hanun o de Al Joza, por poner unos ejemplos.condenas y de terrorismo sabiendo.