GARA GAZA
OFENSIVA ISRAELÍ CONTRA LA FRANJA DE GAZA

El fin de la tregua deja cinco muertos en Gaza y uno en Cisjordania

El sonido de los disparos volvió ayer a la Franja de Gaza después de tres días de un alto el fuego que israelíes y palestinos cumplieron escrupulosamente pero sobre cuya prórroga no hubo acuerdo. Con el fin de la tregua se reanudó el lanzamiento de cohetes contra Israel y los ataques contra el enclave palestino que dejaron al menos cinco muertos, uno de ellos un niño de diez años. Soldados israelíes mataron a un joven en Cisjordania.

Ibrahim Zuheir al-Dawawseh, de 10 años de edad, fue la primera víctima mortal ayer de los bombardeos de la aviación, la artillería y la marina israelíes contra la Franja de Gaza, reanudados al término del alto el fuego de 72 horas. Otros cuatro palestinos murieron en los ataques contra Gaza, mientras que en Cisjordania soldados israelíes mataron a un joven de 19 años cerca de la colonia de Psagot, entre Jerusalén y Ramallah, durante las protestas contra la ofensiva israelí en las que participaron miles de personas -sobre todo en Hebrón, Ramallah, Nablús y Belén-, muchas de ellas portando banderas de Hamas. Dos personas resultaron heridas por disparos, una de ellas tras recibir un impacto directamente en el pecho.

El lanzamiento de cohetes contra Israel y los ataques israelíes contra la Franja de Gaza se reanudaron nada más finalizar el alto el fuego acordado el martes para posibilitar que Egipto mediara con el objetivo de lograr una tregua permanente, después de que las negociaciones indirectas entre la resistencia palestina e Israel fracasaran.

Hamas y la Yihad Islámica ya habían advertido de que la tregua no se prorrogaría y, después de horas de incertidumbre, una decena de cohetes fueron disparados desde Gaza minutos después de las 8.00 locales (07.00 en Euskal Herria). La Yihad Islámica y los Comités Populares de Resistencia asumieron esos disparos.

«El enemigo (Israel) es el que puso fin al alto el fuego cuando rechazó nuestras demandas. El enemigo es responsable de esto (el alto el fuego) porque no obtendrá de nosotros en la mesa de negociaciones lo que no ha podido conseguir en el campo (de batalla)», señalaron los Batallones al-Quds, brazo armado de la Yihad, en un comunicado.

«Las negociaciones continúan»

Hamas, que se desmarcó de esos lanzamientos, aseguró que «las negociaciones continúan», aunque desde El Cairo funcionarios egipcios reconocieron que las diferencias siguen siendo grandes y giran en torno al levantamiento del bloqueo israelí de la Franja y al desarme de la resistencia palestina.

Además, antes del fin del alto el fuego la delegación israelí había abandonado ya la capital egipcia y regresado a su país para consultas. Un ministro israelí citado por el diario «Yediot Aharanot» afirmó que su país «no negocia bajo fuego».

La delegación palestina permanecerá en El Cairo hasta «alcanzar su objetivo de acuerdo final que garantice la recupera- ción de los derechos de su pueblo», señaló el dirigente de Al-Fatah Azam al-Ahmed, que encabeza la representación del Gobier- no de unidad.

«Hemos comunicado a las autoridades egipcias que nos quedaremos aquí hasta conseguir un acuerdo final que cumpla con nuestras aspiraciones», dijo.

El Ministerio de Exteriores de Egipto instó, por su parte, a Israel y a las facciones palestinas a estar «a la altura de sus responsabilidades» y a retomar de forma inmediata las negociaciones para alcanzar un nuevo alto el fuego.

El portavoz de Hamas en Gaza, Sami Abu Zuhri, acusó a Israel de dilatar las gestiones en El Cairo. «Israel está perdiendo el tiempo y no ha respondido a ninguna de las demandas palestinas; por lo tanto, las 72 horas de alto el fuego no han sido ampliadas», declaró antes de responsabilizar a la ocupación israelí de todas las consecuencias que ello conlleve.

Decenas de ataques

Las hostilidades entre Israel y las facciones palestinas se reanudaron con cerca de 50 ataques por desde tierra, mar y aire en diferentes puntos de la Franja de Gaza y el lanzamiento de unos 60 cohetes contra territorio israelí.

El ataque israelí con más víctimas se produjo en la localidad de Al-Qarara, al norte de Khan Younis, y dejó tres muertos. Un joven de 22 años perdió la vida en Rafah y el niño Ibrahim Zuheir al-Dawawseh falleció en el ataque a una mezquita en el campo de refugiados de Yabalia.

La muerte del niño gazatí en el ataque a una mezquita elevó a 447 el número de menores palestinos de entre diez días y diecisiete años que han perdido la vida bajo las bombas israelíes desde el inicio de la ofensiva militar en la Franja, iniciada hace un mes, según los últimos datos difundidos por Unicef. Esta cifra supera la suma de las registradas en las dos anteriores operaciones militares de Israel, cuyas fuerzas mataron a 350 niños entre 2008 y 2009 y a 35 en 2012. Unicef informó de que el 68% de ellos era menor de 12 años. «Literalmente, no hay espacio seguro para los niños» en Gaza, denunció su portavoz, Christopher Tidey.

La ruptura de la tregua llevó a miles de palestinos del norte y este de Gaza a recoger pertrechos y desplazarse nuevamente hacia zonas en principio más seguras. Se trata de población de los barrios y localidades más castigadas en el primer mes de la ofensiva israelí, en la que han muerto 1.898 palestinos, la inmensa mayoría de ellos civiles, y cerca de 10.000 resultaron heridos. Del lado israelí el número de fallecidos asciende a 67, tres de ellos civiles, mientras que los heridos -ayer se registraron tres- no llegan al medio millar.

 

Gipuzkoa impulsa campaña para enviar una máquina de anestesia

La Diputación de Gipuzkoa y el Consistorio de Donostia promoverán una campaña humanitaria con la que tratan de responder al llamamiento del Ministerio de Salud palestino, al que le han garantizado que comprarán y enviarán una máquina de anestesia para un hospital.

En la presentación, el alcalde donostiarra, Juan Karlos Izagirre, anunció que ambas instituciones animan al resto de ayuntamientos a sumarse a la campaña humanitaria, que entienden que debe ir acompañada de la denuncia política. «La ayuda humanitaria jamás debe hacer sombra a la denuncia política», enfatizó.

Mientras, en Bilbo, el edil de EH Bildu David Lopategi mostró su «sorpresa y malestar» ante la orden dada por el alcalde, Ibon Areso, de quitar la bandera palestina del despacho de ese grupo. El concejal dijo no entender ni compartir la «obcecación del PNV por negar la solidaridad al pueblo palestino».

Poco después, Areso confesó estar «afectadísimo» por la destrucción que había habido en Gaza y que es solidario con Palestina, pero defendió su orden de quitar la enseña.

Jordania cierra la puerta a los palestinos que llegan de Siria

El pueblo palestino no solo está siendo perseguido en las tierras ocupadas por Israel y también busca refugio al verse envuelto en otros conflictos que se extienden por Oriente Medio. En el informe «No son bienvenidos: El trato de Jordania a los palestinos que huyen de Siria», publicado el jueves, Human Rights Watch (HRW) afirma que el Gobierno de Ammán no cumple con sus obligaciones internacionales al prohibir la entrada y deportar a los desplazados palestinos procedentes de Siria.

Siria fue durante años país de acogida de para los palestinos. Antes del comienzo de la guerra civil, en 2011, unos 520.000 refugiados residían allí; muchos, incluso, contaban con la nacionalidad jordana.

La política oficial de no admisión de estos palestinos comenzó en enero de 2013, aunque a mediados de 2012 las autoridades jordanas ya habían empezado a prohibirles la entrada. Además, el reino hachemita retira la nacionalidad jordana a estos refugiados, a los que detiene por no contar con documento de identidad. Según HRW, más de 14.000 palestinos de Siria han acudido a los centros de la UNRWA en Jordania para buscar una solución a su problema. Estos grupos de refugiados no pueden dirigirse a las autoridades jordanas, ya que ello supondría su deportación.

Según la organización Syrian Needs Analysis Project (SNAP), desde 2013 Jordania ha deportado a la fuerza a más de cien palestinos, muchos de ellos mujeres y niños, obligados a volver a Siria. Según recogió Europa Press, HRW asegura que, entre 2013 y 2014, el reino ha expulsado a siete palestinos y ha trasladado a otros cuatro al centro de detención Cyber City.

El subdirector para Oriente Próximo de HRW, Nadim Houry, comenta que «la difícil situación de los palestinos es el elefante en la habitación del que nadie quiere hablar». La guerra en Siria ha dado preferencia de acogida a los sirios que huyen de su país. Houry indica que «a ningún refugiado que huya de la violencia en Siria, ya sea sirio o palestino, se le debería denegar la entrada y forzarle a regresar contra su voluntad». Jordania sí ha recibido a 607.000 sirios desde que empezó esta crisis.

Por su parte, el jefe de la Corte Real y exprimer ministro de Jordania, Fayez Tarawneh, dijo en 2013 a HRW que el reino no puede acoger más palestinos porque «alteraría el equilibrio demográfico». Cerca de la mitad de la población de Jordania es de origen palestino, mientras que los hachemíes llegaron desde la Península Arábiga a estas tierras hace apenas un siglo de la mano del Imperio Británico.

HRW también responsabiliza de la situación a los países donantes y las organizaciones locales e internacionales de ayuda porque «no han abordado adecuadamente las preocupaciones humanitarias a las que se enfrentan los palestinos». GARA