Zinemaldia rendirá homenaje en su 62 edición a Dorothy Arzner, la única mujer que logró tener una carrera como directora en el Hollywood de los años 30 y 40, mediante la proyección de las doce películas que se conservan de su filmografía.

Nacida en San Francisco pero criada en Los Ángeles, donde sus padres fueron propietarios de un café frecuentado por figuras como Charles Chaplin y Erich von Stroheim, Dorothy Arzner (1897-1979) rodó diecisiete títulos en total y debutó en la dirección con «Fashions for Women» (La reina de la moda, 1927). Al año siguiente se convirtió en la primera mujer de la historia que dirigió una película sonora, «Manhattan Cocktail» (1928), film que le permitió continuar con su trayectoria en la meca del cine, donde antes había trabajado como escenógrafa, redactora de sinopsis, script, montadora y guionista.

«The Wild Party» (La loca orgía, 1929), que contó con estrellas como Clara Bow, es la película más antigua de la retrospectiva que ha organizado Zinemaldia sobre esta realizadora. Katharine Hepburn, Fedric March, Rosalind Russell, Claudette Colbert, Maureen O'Hara y Joan Crawford fueron otros actores que dirigió, en comedias y melodramas que prestaban siempre una especial atención a los personajes femeninos.

Sindicato de directores

En 1933, fue la primera mujer que ingresó en el Sindicato de Directores de América y fue su único miembro femenino durante varias décadas. Aunque su nombre cayó progresivamente en el olvido, la carrera de Arzner fue reivindicada en la década de los 60 por los movimientos feministas y fue objeto de varios homenajes, entre ellos el del Sindicato de Directores de América en 1975.

«Hoy su filmografía no solo es revalorizada por constituir una insólita excepción en la historia del cine americano, sino por sus valores intrínsecos», señalaron desde Zinemaldia mediante un comunicado, al tiempo que destacaron que Arzner «dejó su huella a través de una serie de películas de refinado estilo visual que cuestionaban los tradicionales roles sexuales y el papel de la mujer en la sociedad o que, según algunos críticos, introducían velados subtextos homosexuales en la rígida estructura del Hollywood de la época».

En la retrospectiva que Zinemaldia dedicará a esta directora constan films como «Anybody's Woman» (La mujer de cualquiera, 1930), cinta atrevida para su época, y «Honor among Lovers» (Honor entre amantes, 1931), donde contó con un reparto de lujo formado por Claudette Colbert y Ginger Rogers junto a uno de sus actores preferidos, Fredic March, para abordar un tema nada habitual en el cine de la época como es el acoso sexual en el mundo laboral.

El papel de la mujer en las relaciones de pareja lo planteó en «Merrily We Go to Hell» (Tuya para siempre, 1932), mientras que en «Christopher Strong» (Hacia las alturas, 1933) Katharine Hepburn dio vida a una mujer piloto que se enamora de un parlamentario. «The Bride Wore Red», con Joan Crawford, y «Dance, Girl, Dance», con Mauren O'Hara y Lucille Ball, son otras películas de esta directora, cuyo último filme, «First Comes Courage», de 1943, fue un drama de espionaje en el que Merle Oberon encarna a una militante de la resistencia anti-nazi que debe elegir entre el amor y el deber.

La retrospectiva sobre Arzner se complementará con la edición bilingüe (inglés y castellano) de un libro sobre la cineasta, escrito por Judith Mayne.