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Los agricultores empiezan a sufrir el veto ruso con «incertidumbre total»

El veto ruso a las frutas y hortalizas procedentes de países comunitarios empieza ya a dejar efectos en los agricultores vascos, que se quejan sobre todo de que fijar los precios de sus productos se está convirtiendo en una incógnita. El sindicato navarro UAGN se muestra de momento escéptico con la ayuda anunciada por la Comisión Europea. El Gobierno navarro, por su parte, ya califica de baja la cantidad avanzada por retirar los productos del mercado.

Los agricultores vascos comienzan a vivir con «pesimismo» e «incertidumbre» el veto de Rusia a los productos agroalimentarios comunitarios, según expresan sindicatos como UAGN tras los primeros diez días de embargo. La decisión adoptada anteayer por la Comisión Europea de destinar 125 millones de euros en ayudas para mantener los precios ha sido recibida con cierto alivio, pero con más dudas que otra cosa.

Así, el vicepresidente de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Navarra (UAGN), Luis Miguel Serrano, apunta que «todo lo que iba al mercado ruso, si al final no lo hace se destina al mercado nacional y eso hace que la oferta sea muy grande y la demanda muy pequeña». Ese es precisamente el argumento de la Comisión para intervenir.

Los productos más afectados en este momento son melocotón, nectarina, pera y manzana.

Para Serrano, «todo suma» pero el problema es que todavía no saben «a cuántas toneladas de frutas y hortalizas se destina ese dinero, ni los céntimos que llegarán a cada agricultor por la fruta que sea entregada a bancos de alimentos u otros organismos». Esto hace que la situación sea de «incertidumbre absoluta y desastre total». Explica que «la campaña sigue avanzando, se está recolectando, se está dejando en campo, no hay precios, no hay nada...»

Agricultores de otras zonas de Euskal Herria destacan este mismo factor: en una situación sin precedentes, los productos se están entregando a los mayoristas sin poder fijar el precio, ya que se desconoce cuál será la cantidad acumulada en los mercados internos.

Hasta el veto ruso, en Nafarroa la campaña «venía un poco adelantada» y «a golpes», afectada en algunas zonas por el granizo, muy presente a lo largo de este año sobre todo en las zonas más frutícolas, pero con una «buena» calidad de la fruta.

El Gobierno navarro también avanza cierto escepticismo ante el alcance de la intervención de la UE. Para el director general de Agricultura y Ganadería del Gobierno navarro, Ignacio Guembe, tras reconocer que es «incuantificable» el efecto del veto de Rusia en las frutas y verduras navarras, el importe de los precios de retirada de productos es demasiado «bajo».

La situación es muy compleja, añade, ya que «los mercados están globalizados y aunque no haya una exportación importante a Rusia esto no significa que estemos libres de problemas, porque al final lo que no va a Rusia va a competir a los mercados a los que va el producto navarro». Constata que ya se está produciendo un claro abaratamiento del producto, con carácter «inmediato», y vaticina que la situación puede llegar a ser equiparable a la crisis del E.coli durante el año 2011.

Solo en los Países Bajos calculan 300 millones de pérdidas

Las dudas sobre la eficacia de la cantidad anunciada por Europa crecen ante datos como el aportado ayer por los Países Bajos. Cuantifican las pérdidas por el bloqueo ruso en torno a los 300 millones de euros, cuando la UE anuncia no más de 125 para todas las agriculturas de los estados miembros.

El instituto de estadística holandés cifra en 500 millones el valor total de las exportaciones de productos agrícolas y alimentos a Rusia. Estos envíos reportaron a las empresas holandesas 300 millones de euros, mientras que los 200 millones restantes sirvieron para pagar a enlaces de países vecinos.

Países Bajos es el segundo país que más agricultura exporta, dado que envía alrededor del 2% de sus productos a Rusia. El instituto de estadística calcula además, en un informe del pasado año, que unos 5.000 empleos dependen de los negocios con empresas y entidades rusas.

En este contexto, la Comisión Europea añadió ayer que está preparando «activamente» la posibilidad de pedir consultas con Rusia ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) para contestar a las sanciones rusas.

Polonia ha defendido ante el Ejecutivo comunitario recurrir el veto ruso a las exportaciones agroalimentarias europeas ante la OMC, una opción que abriría una nueva vía de respuesta y que analizaron ayer el ministro de Agricultura polaco, Marek Sawicki, y el comisario de Comercio, Karel De Gucht, en un encuentro celebrado en Bruselas. GARA