Raimundo Fitero
DE REOJO

Una vida


Estar presentando un noticiario durante cuarenta y siete años es algo difícil de igualar. Lo ha hecho Alfonso Espinosa, periodista ecuatoriano, que lleva esos años al frente de un espacio informativo televisivo y eso le ha llevado a entrar en el libro Guiness de los récords. Cuando se supo esto, en las redes se corrió un chiste sobre el supuesto cabreo y depresión de Jordi Hurtado porque todos consideramos que es uno de los iconos televisivos que más años lleva en nuestras pantallas. Y no lo es. Aunque es de los que llevan lo que se llama una vida, en el concurso de marras, pero que viene de otros concursos y otras propuestas de televisión de entretenimiento familiar.

Si uno se pone a pensar lo que son cuarenta y siete años, no es que sea una vida, sino que se trata de una vida dedicada a lo mismo, a tener una reunión con el equipo a una hora, proponer según lo que ha sucedido una escaleta, hacer llamadas de esas que se consideran de suma importancia, maquillaje, reunión con los redactores, jerarquía en las noticias y al aire. Y en cuarenta y siete años, se ha pasado de una televisión primitiva a todas las tecnologías incorporadas. En cuarenta y siete años, el mundo de la comunicación, y de la televisión, ha experimentado unos cambios tecnológicos y de difusión global absolutamente fascinantes.

Y siguiendo con esta vida ante las cámaras, en un informativo, insisto en el espacio que lleva tantas años, a uno le viene una meditación subsidiara sobre qué poder tendrá el amigo Espinosa entre sus espectadores y que influencia sobre los políticos. Y si su opinión puede variar votos o simplemente es un periodista que se ha ganado una credibilidad sufriente para que las empresas lo mantengan dando la cara. Si uno piensa en nuestro entorno, estas presencias longevas solamente sirven para anunciar seguros de coches o campañas de Hacienda. Los canales televisivos son nuevos por aquí, la más vieja, TVE, es una sucesión de recomendaciones. Profesionalmente parece un aburrimiento estar tantos años dando noticias, pero probablemente sea un hábito, una manera de vivir esa vida, que encuentra una necesidad de superación en cada entrega que le incentiva.