Agustín GOIKOETXEA BILBO
Udate | Bilboko Aste Nagusia

La tinta del txipirón atrae a los guiris

El Gastronómico entró ayer en harina con el concurso de txipirones en su tinta, al que se presentaron 58 cazuelas, que fueron catadas por un jurado en el que se encontraban la japonesa afincada en Donostia June Yamaguchi y la blogera singapurense y que vive en San Francisco Danielle Tsi, sorprendidas por el arraigo de la cultura slow-food.

No hubo turistas que se atrevieran ayer con los txipirones en su tinta, pero lo cierto es que tampoco muchos vascos, ya que el plato tiene sus complicaciones. A concurso 58 cazuelas, con muchos de los clásicos en estos certámenes, que las bordan, lo que hace difícil al jurado otorgar premios.

En esa tarea estuvieron entre cocineros y guisanderos de pro, dos mujeres entusiasmadas por el arraigo que tiene en el Botxo la cultura slow-food. La japonesa June Yamaguchi se quedó prendada de las costumbres y de la gastronomía vasca y se asentó hace años en Donostia. Ayer, mientras mandil al pecho y cuchara de palo en la mano cataba alguna de las cazuelas, confesaba que se había quedado «alucionada» por la participación no solo en el concurso de txipirones, sino por el público que se acerca.

Danielle Tsi, editora del blog estadounidense beyondtheplate.net, compartía muchas de esas vivencia en su primera visita a Bilbo y su Aste Nagusia, destacando cómo cuidan los vascos lo que comen y cómo lo hacen, sabiendo el origen de los alimentos y apostando por los más cercano.

Al final, el jurado del que formaron parte -al igual que el alcalde Ibon Areso- otorgó el primer premio a Bakarne, de Bilbo; seguido de Federico Ezkerra y Mila, ambos también bilbainos. Por comparsas, el galardón fue para Tintigorri, por delante de Uribarri y Moskotarrak.

Pero no fue la única actividad gastronómica organizada por las comparsas, pues ellas también se enfrentaron en un concurso de pintxos mientras el director del certamen, Kepa Freire, dirigía un taller de cocina para 40 niñas y niños con edades comprendidas entre los 8 y 12 años. El guisandero mungiarra les enseñó cómo preparar un buen marmitako, contando con productos de primera calidad ofrecidos por Mercabilbao.

Más tarde, Freire se sentía contento por la respuesta de los chavales y los modos que había mantenido en la escuela de cocina. Mañana Aitor Elizegi elaborará con otros unas kokotxas.