La Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra (AFFNA) prepara para este fin de semana un acto de homenaje a los 52 republicanos que fueron ejecutados en la corraliza de Valcaldera, en la localidad de Cadreita, el verano de 1936. Con este acto, la asociación reclama que se abra una investigación seria para encontrar los restos, pues siguen aún en paradero desconocido.

Olga Alcega, presidenta de la AFFNA, explicó ayer que el acto contará en realidad con dos partes. La primera de ellas tendrá lugar en el solar de la antigua cárcel de Iruñea, de donde 53 republicanos fueron montados en un autobús para llevarlos a una zona menos visible para matarlos. Allí se depositará un ramo de flores y, después, los miembros de la AFFNA partirán rumbo a Cadreita, lugar donde tuvo lugar la ejecución.

Sobre las 19.30 horas, la segunda ceremonia se celebrará junto al corral de Valcaldera. En ese lugar se les mató y, al parecer, se enterró a los republicanos en una fosa común. Aunque uno de los presos logró huir. Fue Honorino Arteta, que escapó mientras las primeras ráfagas de los golpistas acababan con la vida de sus compañeros, muchos de ellos cargos electos y personas con estudios. Arteta era de Ugar y, tras alcanzar el río, logró cruzar la muga y escapar al Estado francés.

Posteriormente, los restos de los republicanos fueron exhumados de la fosa de la corraliza y trasladados al Valle de los Caídos. No obstante, los familiares de las víctimas siempre reclamaron el regreso de los cuerpos y, en 1979, se logró que se trajeran esos restos a Nafarroa, y es precisamente en ese momento donde se perdió el rastro. En un primer momento, se creyó que los cuerpos reposaban en un panteón de Azagra y, tantas pistas había, que la Sociedad Aranzadi llegó a abrir la tumba para intentar identificarlos, pero se descubrió que la hipótesis había sido errónea.

Ayer, Alcega reconoció que la investigación ha llegado a «un callejón sin salida» y demandó a las instituciones «una investigación seria». A juicio de la presidenta, es el Estado el responsable de localizar los cadáveres y debería liderar la investigación.

Por otro lado, Alcega también reivindicó que se reconozca a Valcaldera como Lugar de Memoria Histórica. Esta denominación, surgida de la última ley sobre memoria en Nafarroa, implicaría la señalización del corral como lugar donde se mató a todas estas personas para que su recuerdo perdure en el tiempo. La adecuación del espacio correría a cuenta del Gobierno de Nafarroa, así como los gastos de su mantenimiento.