El sabotaje que calcinó cinco autobuses en Loiu, causando daños cercanos al millón de euros, ha sido reivindicado por un grupo anónimo a través del correo electrónico. Se afirma en él que se perpetró para reclamar la excarcelación de los presos enfermos, según difundió ETB. Horas antes, la Audiencia Nacional ya había abierto diligencias por estos hechos.

Sortu emitió una nota clara nada más conocer la reivindicación. Manifiesta su rechazo al sabotaje, reitera que «se enmarca totalmente fuera de la estrategia de la izquierda abertzale» y añade que «solo beneficia a aquellos que pretenden perpetuar el conflicto, es decir, a aquellos que vulneran a diario los derechos de las y los presos políticos vascos».

Ante ataques similares aunque de menor entidad producidos de modo muy esporádico en los últimos años, la izquierda abertzale ya había dejado muy claro su rechazo.

EA también criticó el sabotaje en una nota en la que ve «añoranza de un tiempo superado».

Pese a la claridad y reiteración de estos pronunciamientos, el Gobierno de Lakua salió a la palestra a posteriori para reclamar a EH Bildu «una condena explícita de estos hechos por parte de quienes en el pasado no lo hicieron». Y añadió esta exigencia «también a organizaciones cuyas reivindicaciones en materia de presos coinciden de manera prácticamente literal con el comunicado de reivindicación».

Otro tanto hizo el PP a través de Nerea Llanos. Haciendo oídos sordos a la nota de Sortu, exigió que «no puede permanecer callado». «Después de muchísimo tiempo sufriendo la sociedad española y la vasca, nos inquieta muchísimo y nos parece muy preocupante este ataque», dijo.