Aritz INTXUSTA

A la mitad de los agricultores no les va a merecer la pena recoger la fruta

El consejero de Agricultura de Nafarroa, José Javier Esparza, se reunió ayer con agricultores y miembros de organizaciones como el Banco de Alimentos para intentar coordinar la retirada de fruta del mercado. Bajo la premisa de facilitar la entrega de la fruta a los Bancos de Alimentos, la UE ha diseñado un sistema que perjudica a la mayoría de los productores navarros, aquellos que no están organizados en OPFH, y que solo aspiran a la mitad de las ayudas.

Los agricultores mantuvieron ayer una reunión clave con el consejero de Agricultura navarro de cara a organizar la retirada del mercado de frutas y verduras para evitar un desplome de precios debido a la sobreoferta generada por el veto ruso a estos productos. La UE ha prometido destinar 125 millones de euros para paliar el daño que ha generado la represalia de Moscú al apoyo de Bruselas al actual gobierno ucraniano. No obstante, el sistema elegido va en contra de la mayoría de los productores, según indicaron ayer a GARA personas que estuvieron presentes en dicha reunión.

Bruselas ha diseñado un sistema para que solo opten al 100% de las ayudas (a cobrar 26 céntimos por kilo de melocotón y nectarina) los productores que trabajen en Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas (OPFH). El resto (más de la mitad en el caso de Nafarroa) tienen que conformarse con la mitad, apenas 13 céntimos. Con esos precios, es bastante probable que no merezca la pena contratar a nadie para recoger la producción.

En principio, esto se diseñó de esta manera para, según la UE, priorizar la entrega de la fruta a fundaciones benéficas y para que la producción no se tire. No obstante, la realidad es que las organizaciones que se encargan del reparto de esos productos no tienen capacidad para distribuir el excedente generado por el veto ruso.

La campaña del melocotón y la nectarina acaba de terminar y se ha visto muy afectada por el veto, que ha causado un desplome en los precios. La principal duda que traían ayer los productores era conocer qué tipo de ayudas habrá ahora para la manzana y la pera, para saber si les merece la pena recolectar o no los frutos. Y la salida fue pesimista.

Aunque aún quedan extremos sin atar, lo que les trasladó el consejero es que Nafarroa no va a hacer ningún esfuerzo por complementar las ayudas que va a proporcionar Europa. Eso sí, Esparza dijo que hay margen para que el Gobierno navarro impulse campañas de cara a promover el consumo local de fruta autóctona.

En la reunión participaron miembros de la UAGN, EHNE, UCAN, Banco de Alimentos y de la sociedad pública INTIA, así como miembros de las organizaciones de productores de frutas y hortalizas: AN S. Coop, Frutas y Verduras Castel Ruiz, S. Coop Agrícola La Esperanza, S. Coop Santiago Apóstol de Funes y Vega Mayor.

Esparza aseguró que intentará que se fomenten las ayudas a la transformación de estos productos en la reunión que tendrá lugar el próximo lunes. En principio, en ese encuentro a nivel estatal se decidirá también la forma de actuar para los siguientes cultivos que han de ser recolectados, como el tomate y otras hortalizas.

Los detalles, aún están sin concretar en todo el Estado

La sesión informativa de ayer, fundamentalmente, hizo referencia a la campaña del melocotón y la nectarina, que ya está toda recogida y en los almacenes. En las próximas semanas, le llega el turno a otras frutas y hortalizas y de eso todavía no se ha concretado nada. El próximo lunes, el secretario general de Agricultura y Alimentación se reunirá con productores, distribuidores y sindicatos para ver qué solución se intenta dar a las próximas crisis. En un comunicado enviado ayer por a la tarde, el sindicato EHNE avanzaba que su apuesta es por la no cosecha y avanza que, de continuar el veto, la Unión Europea debería revisar los acuerdos que tienen con terceros países. Ignacio Gil, responsable de esta central, sostenía que «este invierno, con la producción de Marruecos y lo que viene de Mercosur pueden hacernos papilla a los productores locales, no vamos a poder competir en precios». Mientras tanto, fuentes de la propia Unión Europea están reconociendo que el sistema de ayudas que se ha diseñado tiene fallos, dado que toda esa fruta que se va a retirar no podrá ser donada a entidades benéficas y que tendrá que emplearse para elaborar piensos y compost. Lo que no se entiende entonces es por qué solo se va a pagar el 100% de las ayudas al uso benéfico, cuando los bancos de alimentos no pueden asumir esa producción. A.I.