GARA BILBO
Tras la quema de cinco autobuses en Loiu

Etxerat y Sare descalifican el sabotaje y replican a la manipulación de Lakua

Etxerat y Sare, los dos principales organismos en defensa de los derechos de los presos, han rechazado la quema de cinco autobuses en Loiu, que un grupo anónimo justificó en la situación de los presos enfermos. Los familiares remarcan que «no apoya nada ni ayuda». Para Sare, «ninguna receta del pasado tiene cabida». Ambos movimientos responden además a la maniobra del Gobierno de Lakua de utilizar este hecho en su favor.

El rechazo al intento de justificar el sabotaje de Loiu en la situación de los presos enfermos alcanza carácter unánime. A lo expresado la víspera por Sortu, nada más conocerse la reivindicación, se le sumó ayer el claro desmarque tanto de Etxerat como de Sare, las dos principales organizaciones de defensa de los derechos humanos de los presos. Ambos lo acompañaron de una tajante réplica al Gobierno de Iñigo Urkullu por su intento de sembrar cizaña.

Para Etxerat, el ataque de Loiu «no aporta nada ni ayuda en la resolución por la que venimos trabajando. Este hecho nos genera gran preocupación».

A partir de ahí, el colectivo de familiares responde con contundencia a Lakua. Recuerda que «quienes formamos parte de Etxerat nunca hemos elegido ser familiares de una persona represaliada. Nos ha tocado. Sin embargo, somos objeto de la vulneración de derechos de la actual política penitenciaria al igual que lo son nuestros familiares represaliados». Considera que «la gravedad de la situación actual requiere de decisiones políticas valiente».

Frente al intento de enredar del Ejecutivo de Urkullu, que señaló a colectivos como este, Etxerat aboga por «desvincular la defensa de los derechos humanos del juego partidista» y lamenta «no haber observado la contundencia y diligencia de las últimas horas en las actuaciones cuando la dispersión ha provocado accidentes, con las agresiones a familiares o ante desatenciones médicas graves». No obstante, concluye afirmando que «confiamos en un cambio de actitud y en la madurez política de los representantes políticos que el actual momento exige». Y acaba con una pregunta: «Hoy es viernes y nos toca ponernos otra vez en carretera, ¿hasta cuándo?».

La nueva red Sare, por su parte, «se desmarca de manera clara» de ese sabotaje de Loiu, según anuncia en otra nota. Detalla las dolencias graves que sufren los presos enfermos para reclamar que «todos y todas ellas deben estar vivos y en casa». Y añade que «la sociedad vasca se encuentra en una nueva etapa y debemos activarnos reclamando firmemente que los derechos de las personas presas y exiliadas deben ser respetados, uniendo fuerzas, impulsando y construyendo el camino en la defensa de la vuelta a casa. Y ¡podemos conseguirlo!».

«Estamos ante una situación de dar solución al conflicto que dura años y años, y en este camino ninguna receta del pasado tiene cabida -sigue Sare-. Tampoco sirven las exigencias en una sola dirección», replica en clara alusión a Lakua. Así las cosas, la red ratifica que «queremos reforzar los puntos en común que tenemos respetando la pluralidad de la sociedad».

Sortu y Aralar

Antes de la manifestación celebrada ayer en Bilbo, en nombre de Sortu Maribi Ugarteburu remarcó el «rechazo absoluto» a este tipo de acciones que «solo favorecen a los que siguen manteniendo la vulneración de derechos humanos». Amaia Izko también apuntó que este supuesto grupo «solo actúa en su nombre»

Aralar expuso por su parte que «la dialéctica de querer justificar una acción violenta como respuesta o réplica de otras injusticias no traer ni aporta solución alguna». Considera que «en la causa vasca lo más fuerte y contundente es la lucha ideológica y es ahí, en ese ámbito, donde Euskal Herria ganará su libertad y donde conseguiremos también superar la problemática de los presos políticos».

Por otro lado, ayer se repitieron las concentraciones en defensa de los derechos humanos de los presos y presas vascas en Lekeitio (72), Mundaka (31), Getaria (46), Mutriku (65), Agurain (31), Lazkao (55), Lizartza (29), Zarautz (140), Arbizu (24), Orereta (137), Zizur (21), Donostia (176), Barañain (24), Iruñea (215), Bera (15), Gasteiz (220) y Ondarroa (157). Asimismo, el jueves se convocaron movilizaciones solidarias en Arrosadia (12) y Txantrea (60).