Ramón SOLA
Una actividad en declive

Las arcas públicas echan un capote a la crisis taurina

El día 7 la feria de La Blanca tocó fondo; 873 espectadores en el flamante Iradier Arena. Tomando el coste medio de una corrida en plazas de segunda, el evento salió a unos 200 euros por persona. En Bilbo la entrada habitual ha sido un tercio de plaza. En Iruñea fue noticia que sobraran entradas y en consistorios como Cintruénigo se han vivido debates encendidos. Pero ayuntamientos como Gasteiz y Bilbo están al quite para evitar la puntilla.

En Donostia la «fiesta» ya se acabó hace dos años sin que se haya producido la repercusión ecónomica que vaticinaban los taurinos. En Iruñea, por vez primera la plaza ha dejado de llenarse sistemáticamente. En Bilbo también ha habido mucho hueco en las gradas, aunque no tanto como en Gasteiz, que el día 7 batió un récord. El mano a mano entre los matadores Joselillo y Sánchez Aranda solo atrajo a 873 espectadores en un recinto de 6.000. Un estudio reciente de la Asociación Nacional de Organizadores de Espectáculos Taurinos (ANOET) indica que en plazas de segunda categoría como las de Gasteiz organizar una corrida cuesta entre 125.000 y 280.000 euros, dependiendo de lo que cobren los toreros y sus cuadrillas. Dividiéndolo por los 873 aficionados, la «broma» salió a no menos de 150 euros por cabeza y quizás más de 300. Obviamente insostenible, pese a lo cual el Ayuntamiento dice ver una mejora y no hará balance hasta que acabe la concesión al actual gestor, el año que viene.

Pocas cosas hay más caras que una corrida de toros. Abrir un campo de fútbol para un partido de Primera División en un estadio de 20.000 personas cuesta unos 10.000 euros. Pero organizar una corrida en una plaza de primera como Vista Alegre de Bilbo (14.000 asientos) vale más de 275.000 euros, que pueden elevarse hasta casi medio millón si torean las primeras estrellas. ANOET enumera los motivos: «Sueldos (toreros, banderilleros, picadores...), toros, primas de seguros (accidente, responsabilidad civil, incendio), veterinarios, impuestos y tasas de apertura y organización, visados de contratos, servicios médicos (quirófano, UVI, ambulancia...), publicidad, gastos de personal de la plaza (taquilleros, porteros... pero también areneros, corraleros...), otros servicios (aguacilillo, cabestros, cuadra de caballos, banderillas y puyas, divisas, banda de música, mayor, clarines y timbales, pienso y paja, cal, canon SGAE...)». Y sigue y sigue...

También en Bilbo, la única plaza vasca de primera categoría por número de corridas al año -aunque la de Iruñea sea más grande-, la asistencia de público ha ido de capa caída estos días. La mayor parte de los días se han saldado con un tercio de aforo, unos 5.000 espectadores. Haciendo la misma proyección que en Gasteiz, el déficit sigue siendo evidente; esas corridas han costado unos 70 euros por asistente.

¿Quién paga esa factura? ¿Y a quién le interesa que las corridas de toros sigan en Euskal Herria? El anterior alcalde de Bilbo, Iñaki Azkuna, y el exregidor de Gasteiz Alfonso Alonso hicieron bandera política de la cuestión. Alonso respondió así al fin de las corridas en Donostia tras la llegada de Bildu al gobierno municipal: «La izquierda abertzale quiere acabar con los toros, pero es que supongo que también querrían acabar con la luz eléctrica». Cabría replicar que el recibo eléctrico efectivamente está por las nubes, pero no tanto como lo que costó la nueva plaza de toros de Gasteiz, inaugurada en 2006 con un presupuesto inicial de más de 13 millones de euros que luego engordó notablemente. El Iradier Arena, presentado como pabellón multiusos, ha resultado un fiasco a todos los niveles, con la salvedad del periodo en que acogió al Baskonia por las obras del Buesa Arena (y, por cierto, tampoco se llenó en ninguno de sus trece partidos jugados allí). Los conciertos se toparon con problemas de sonoridad, fue escenario de algunas ferias y eventos menores... y nada más. El vacío clamoroso del jueves 7 es su foto actual.

La empresa adjudicataria de la feria de La Blanca, Iniciativas Taurinas, paga un canon de solo 6.000 euros anuales al Consistorio de Gasteiz. Una ganga si se tiene en cuenta que la normativa municipal del recinto en su inicio estimaba su precio en 17.000 euros por día. No obstante, cargar las tintas con Iniciativas Taurinas sería injusto, porque antes ya trascendió que a Melendi, Marea o Manolo García solo se les pidieron 176 euros por usar el Iradier en sus conciertos. De hecho, la Fiscalía denunció en enero pasado a la exconcejala de Cultura, Encina Serrano, y al responsable del recinto, Enrike Ruiz de Gordoa, por esta rebaja de tasas.

El año pasado, Iniciativas Taurinas ya reconoció el fracaso y anunció que hablaría con el Ayuntamiento para pedir compensaciones. En 2014 las cosas han ido peor aún, ¿a cuánto ascenderá el capotazo del Consistorio del PP? De momento ya se sabe que el Consistorio ha comprado entradas para «dinamizar» las corridas (contra el criterio del interventor municipal) y se sospechan otras ayudas como asunción propia de servicios que competerían a la adjudicataria.

El alcalde, Javier Maroto, tiene perspectiva propia porque estuvo en las dos primeras corridas de esta última La Blanca. Ha dado que hablar en las redes sociales que en el balance festivo el Ayuntamiento inflara los datos de asistencia a la plaza incluyendo el público que acude a las vaquillas, que sí tienen tirón popular.

Las ayudas directas a los mal llamados «festejos» taurinos están mal vistas en Euskal Herria, donde esta actividad acumula rechazo por diferentes causas. En Bilbo, el Ayuntamiento asegura que no destina partidas para los toros, al contrario de lo que ocurría hace unos años, con el taurino Iñaki Azkuna como alcalde. Pero EH Bildu desveló el año pasado un modo de financiación directa más descarado incluso que la cesión casi gratis del Iradier en Gasteiz: la compra masiva de entradas por parte del Ayuntamiento, una práctica patentada antes en otros puntos del Estado (y descubierta en el «caso Gürtel»). La coalición denuncia que el año pasado se gastaron 50.000 euros en entradas para concejales y 20.000 más para jubilados a cuenta del presupuesto de Acción Social.

El caso de Cintruénigo

La debacle económica lleva también a otros ayuntamientos a replantearse las corridas. Es el caso de Cintruénigo, donde se ha producido un intenso debate en el Pleno. Javier Acarreta, concejal independiente que se define como «el más aficionado a los toros de este ayuntamiento», pidió su supresión este año por el déficit que conlleva. «Es preferible pagar un viaje a aficionados para ver una corrida de toros fuera», sostuvo.

Finalmente se aprobó destinar 19.000 euros para estos eventos minoritarios. La alcaldesa argumentó que el Ayuntamiento también financia otros actos deficitarios. Lo que nadie pone en duda son los números rojos.

70% es el déficit medio de una corrida en una plaza de tercera categoría, según un estudio de la Asociación de Jóvenes Empresarios Taurinos (ASOJET). El coste medio es de 75.000 euros; el ingreso, unos 20.000.

6.000 euros de tasa cobra solo el Consistorio de Gasteiz a la promotora taurina por ceder el Iradier Arena para toda la feria, cuando el canon actual fijado es de más de 4.000 euros al día (antes llegó a ser de 17.000).

Baionako denboraldia, aldiz, iazkoa baino hobeto doa

«Aurten denboraldia arras ongi doa, joan den urtekoa baino hobeki. Hala ere, erran behar da beste hirietan bezala Baionan ere krisiak eragina baduela», azaldu zuen Olivier Baratchat Lapurdiko hiriburuko zezen plazako zuzendariak. Krisia duela hiru urte sumatzen hasi zela azaldu zuen Baratchetek. Baionan eta Estatu frantseseko zezenketa hiri guztietan azken urteetan aurrekontuen jaitsiera nabaria da.

Baionako bestekin hasi zen denboraldiak bukaera irailean izanen du. Lapurdin bestetan zaldiekin saio bat egiten da; gero abuztuan zehar Feria bezala ezaguna dena; eta irailean bukatzen da denboraldia. Jaietako emanaldian 10.000 pertsona baino gehiago izan ziren, «ia betea». Agorrilaren 9an 4.000 ikusle izan ziren eta biharamunean, Ivan Fandiño toreatzaile urduñarra zauritua izan zen egunean, 6.000 pertsonatik gora hurbildu ziren.

«Batez beste, ona izan da agorrilean, eta irailean ere ona izatea espero dugu, irailerako aitzineko salmentak ere arras ongi joaten ari dira. Iaz eguraldi txarrak eta krisiak urte aski motela egin zuten», baieztatu du zezen plazako zuzendariak. Idoia ERASO

La excepción

En Iruñea la Feria del Toro sigue dando réditos por la presencia de las peñas, pero la Casa de Misericordia, organizadora, admite que este año no se colgó el «no hay billetes» ni un solo día, algo que resulta inédito

117 millones de euros decía un «informe» esgrimido por el PP que obtuvo Donostia con las corridas desde 1998 a 2012. Suponía 10 millones al año por unos 30.000 espectadores, o sea 330 euros por persona/día. Imposible.