Más de 30 embarcaciones surcarán este sábado las aguas del Ebro a su paso por Miranda de Ebro para exigir un río limpio y denunciar las amenazas a las que está sometido, entre las que destaca la central nuclear de Garoña. «Aunque parecía que su cierre era inminente, el Gobierno ha vuelto a ceder al chantaje de las eléctricas, y ha optado por facilitar las condiciones para una posible reapertura», destaca en un comunicado la coordinadora Bajada del Ebro, que desde hace 32 años organiza esta regata ecologista.

«Llevamos años denunciando las deficiencias se la central, y creemos que tras estar más de un año y medio cerrada su posible reapertura aumenta los riesgos para el entorno y las personas. Más aún, la petición de apertura hasta 2031 es una auténtica salvajada que hipoteca nuestro futuro», añadió.

La coordinadora es consciente de que la planta radioactiva no supone la única amenaza medio ambiental que se cierne sobre el Ebro. En este sentido, recordaron que a día de hoy «diversas empresas siguen realizando vertidos con una impunidad espantosa y en las cercanías de Miranda hay varios proyectos que implican la utilización del fracking. Una técnica especialmente agresiva con las aguas subterráneas y el medio natural, que puede provocar un aumento de los movimientos sísmicos». «La implantación de la fractura hidráulica y la reapertura de Garoña es un cóctel explosivo con consecuencias impredecibles», remarca.

La bajada comenzará a las 18.000 desde Los Pinos y finalizará dos horas después en el puente Carlos III, situado en el centro de Miranda de Ebro. A las 14.30 habrá una paellada en la plaza del Ayuntamiento.